Ábalos e Iglesias, también en guerra total y pública por la Ley de Vivienda
La norma, parada entre acusaciones cruzadas de sectarismo e incumplimiento de los acuerdos
La guerra entre los integrantes de la coalición de Gobierno parece infinita. Las diferencias que en un principio PSOE y Podemos parecían resolver de puertas para adentro ahora se han convertido en reproches públicos. La penúltima trifulca con los medios de comunicación de testigos tiene que ver con la Ley de Vivienda. El proyecto tenía que haber estado listo a finales de enero. Pero las evidentes diferencias que separan a ambos partidos lo fueron retrasando y el PSOE decidió que lo mejor era seguir negociándolo después de las elecciones catalanas. Pero la prórroga no ha servido para templar los ánimos. Más bien parece que ha contribuido a caldearlos más.
Los equipos de la Vicepresidencia segunda que dirige Pablo Iglesias, representada por la secretaria de Estado para la Agenda 2030 Ione Belarra, y del Ministerio de Transportes (Mitma) de José Luis Ábalos, encabezado por el secretario general para la Agenda Urbana y Vivienda David Lucas, retomaron el pasado jueves las negociaciones sobre el anteproyecto de ley. Un encuentro, el tercero desde mediados de enero, que sólo sirvió para constatar que el proyecto sigue bloqueado y que las diferencias entre ambas partes siguen siendo profundas. El PSOE considera que el planteamiento de Podemos es «sectario» y que, a diferencia de lo que ellos quieren, no integra a toda la sociedad. El equipo de Lucas entregó al de Belarra un documento con las líneas maestras que debería recoger el texto legal. El documento analizan aspectos como la conformación de los parques públicos de vivienda, el posibilitar viviendas dignas a precios asequibles, la colaboración entre administraciones o la soluciones habitacionales para las familias vulnerables.
Pero a Podemos, este documento le parece que sirve para poco.
Más bien, le parece que no sirve para nada y que los socialistas no están cumpliendo con su acuerdo de Gobierno. Desde la formación morada argumentan que los socialistas no han contestado por escrito a cuestiones cruciales que han planteado como la paralización de los desahucios sin alternativa habitacional, cómo regular los precios del alquiler, la responsabilidad de los grandes propietarios, la tasa a las viviendas vacías o la obligación de que los grandes propietarios dispongan del 30% de su parque para alquiler social. El Mitma, a su entender, está peligrosamente cerca de los postulados que defiende Alval, una patronal de arrendadores que dirige el ex alcalde de Barcelona Joan Clos.
Lo cierto es que, aunque no haya un documento escrito que lo recoja, el PSOE sí ha descartado públicamente propuestas como la de los desahucios.