George Steiner, el último defensor del «mundo de ayer»
Se publica en España una antología de sus textos que él mismo hizo en vida. El volumen incluye también inéditos que nunca habían visto la luz
Hace un año casi por estas fechas moría George Steiner. Con él desaparecía la conciencia del valor emancipador de la lectura, el intelectual humanista versado en múltiples saberes, la voz de la tolerancia intercultural y el exponente liberal de la mejor identidad europea. Perspicaz crítico literario, irónico comentarista de la realidad, decidido defensor de la recuperación pedagógica del mundo grecolatino, su característica bonhomía era la evidencia de un espíritu independiente de insobornable integridad ética. Ensayos como «Después de Babel», «Presencias reales» o «La idea de Europa» constituyen un sólido legado intelectual al que cabe añadir ahora la publicación de «Un lector», que incluye textos inéditos.
Steiner selecciona fragmentos que constituyen la urdimbre de sus más representativas obsesiones culturales: la trascendencia moral de las artes, la variada significación humana de la dramaturgia de Shakespeare, su fascinación por la música –Schönberg sobre todo–, el nihilismo tolstoiano, la impactante filiación nazi de Heidegger, la cercanía inicial y posterior distancia crítica hacia las teorías de Luckacs, las luces y sombras de la traducción literaria, el poder creativo del lenguaje, sus recelos ante el psicoanálisis o el irónico escepticismo ante el teatro del absurdo, entre otros referentes.
La condición humana
Y siempre con la insistente idea de que la cultura tiene una proyección espiritual, que debe representar la mejor excelencia de la condición humana. Así lo detalla: «¿Podemos avanzar mucho más en nuestra poética de la comprensión, en nuestra búsqueda común de la identificación, interpretación y transmisión de aquello que es indispensable en la literatura y las artes sin el reconocimiento de su trascendencia?».
El carácter multidisciplinar de sus conocimientos hace de este ensayista un abanderado del humanismo contemporáneo, con la reminiscencia del intelectual renacentista y el filósofo ilustrado. Pionero de los estudios de literatura comparada, experto en la deriva estética de la Lingüística, defensor a ultranza del valor civil de la educación y divulgador de intrincadas cuestiones teóricas, su obra reivindica aquella Europa del «mundo de ayer» de Zweig, porque es en una cultura de excelencias artísticas y derechos humanos donde radica para Steiner la identidad europea. Este libro se erige en faro y símbolo de esa mentalidad que conviene defender a toda costa.
▲ Lo mejor
La extraordinaria claridad expositiva y que el autor sabe aunar amenidad y rigor a partes iguales
▼ Lo peor
Nada destacable en estos textos de quien es ya un clásico ensayista contemporáneo