La ministra Maroto considera el sector azulejero vital para la recuperación
Moncloa busca un Pacto de Estado por la industria, y Puig habla de una política europea común
La ministra de Industria, Reyes Maroto, aseguró ayer que el sector azulejero será «estratégico» y «protagonista» en la recuperación económica tras la crisis de la pandemia, pero también en la necesaria modernización del modelo productivo.
Maroto participó ayer, junto al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en la presentación del estudio «Impacto socioeconómico y fiscal del sector de azulejos y pavimentos cerámicos en España», de la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer).
«Quedan semanas duras pero empezamos a ver la luz al final de túnel», afirmó Maroto, quien está convencida de que 2021 será el año de la recuperación, y el sector cerámico será un actor relevante por su capacidad para «generar riqueza y empleo de calidad».
Tras agradecer la colaboración de la industria valenciana «en los meses más duros de la pandemia», la ministra Maroto aseguró que una de las prioridades del plan de recuperación estatal es incrementar la presencia de la industria en la economía española.
En este sentido, destacó la importancia de alcanzar un Pacto de Estado por la Industria en esta legislatura, y anunció que el grupo de trabajo creado para la elaboración de las bases de este pacto aprobará este mismo lunes «un primer borrador».
Por su parte, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, destacó la resiliencia de un sector como el cerámico que ha mantenido su capacidad exportadora en este «annus horribilis» en el que ha habido «una mirada proteccionista de la que tenemos que huir».
Puig abogó por «reindustrializar Europa» y por establecer una
Política Industrial Común, y consideró necesario acompañar al sector cerámico en este tránsito hacia el nuevo modelo productivo, pues es un sector «vinculado al futuro de Castellón y de la Comunitat Valenciana».
Para el presidente, esta década puede ser una oportunidad para acelerar aquellos procesos necesarios para avanzar en la digitalización, y hacia una transición económica adecuada.
El presidente de Ascer, Vicente Nomdedeu, abogó por «ser capaces de retener a toda costa el talento», ya que las personas no preparadas «son un coste muy alto para el país» y como muestra, ha dicho, «un botón de lo que está ocurriendo estos días en nuestras calles».
El presidente de Ascer dice que la gente no preparada sale cara al país y pone como ejemplo los disturbios callejeros