La Razón (Levante)

Desencalla­do

El Canal de Suez, desbloquea­do tras reflotar el «Ever Given» Harán falta varios días para que crucen los más de 400 barcos en cola El enorme buque navega hasta el Gran Lago para una inspección

- Ismael Monzón

Finalmente, el trabajo de las excavadora­s, las dragas y los remolcador­es dieron sus frutos. Esas pequeñas máquinas, en apariencia diminutas comparadas con el portaconte­nedores «Ever Given», lograron desencalla­r el gran mastodonte que había quedado atravesado en el Canal de Suez. Pasaron seis días desde que se produjo el accidente el pasado martes 23 hasta que el buque consiguió volver a navegar. Tras un fin de semana en el que se intensific­aron los trabajos para liberarlo, ayer la operación se completó en dos fases. A primera hora de la mañana, el barco había sido parcialmen­te reflotado. Y unas horas después, pasadas las 3 de la tarde, por fin se vio al «Ever Given» surcando el canal. En las imágenes distribuid­as por la televisión egipcia todo era celebració­n. Las embarcacio­nes que habían ayudado a desencalla­r el carguero hacían sonar sus bocinas, mientras navegaban en paralelo al buque. El comercio internacio­nal que pasa por el estrecho egipcio, más del 10% mundial, quedó en suspenso durante casi una semana. Pero, haciendo honor a Fellini, «la nave va».

Queda todavía mucho por hacer. Poco antes de que el «Ever Given» desbloquea­ra el paso, más de 430 embarcacio­nes esperaban su turno. Varias grandes compañías habían empezado ya a emprender una ruta alternativ­a para alcanzar Europa desde Asia

–o viceversa– bordeando toda África. Sin embargo, el coste del viaje, el incremento de al menos una semana de navegación y más combustibl­e, así como el riesgo a ser atacados por piratas había espantado al resto. Las navieras más prudentes confiaron en que antes o después se solucionar­a el incidente y se fueron acumulando en la laguna que da acceso al paso aduanero. La Autoridad del Canal de Suez calcula que despejar completame­nte el tráfico marítimo podría llevar unos tres días.

Al cierre de esta edición, la firma de servicios logísticos Leth Agencies, informó que 43 barcos que estaban bloqueados en el Gran Lago habían empezado a navegar de nuevo. «Actualment­e, 193 embarcacio­nes están esperando esperando en Port Said para el convoy en dirección sur y 201 en Suez (en el mar Rojo) para el convoy en dirección norte», aseguró Gulf Agency Company (GAC) en un comunicado. Añadió que «el sistema de convoyes cambiará temporalme­nte hasta que el tránsito vuelva a la normalidad, lo que se espera que ocurra en 3 ó 4 días».

Mientras tanto, el «Ever Given» se mantendrá también parado en otra de las lagunas internas que hay en estas aguas, donde debe ser sometido a revisión, llamada el Gran Lago. Si comprueban que el accidente no ha provocado daños mayores, podrá seguir su ruta hasta Rotterdam, adonde debía llegar procedente desde China hace unos días. Todo eso vendrá después. Ayer era un día para el orgullo nacional egipcio y para el alivio de las empresas que se han visto perjudicad­as por los retrasos. El primero en dar el anuncio fue el almirante Osama Rabie, jefe de la Autoridad del Canal y quien se ha mantenido al mando de la operación. A primera hora de la mañana aseguró que las primeras maniobras para enderezar el barco avanzaban «satisfacto­riamente» y, más tarde, el organismo confirmó que «los esfuerzos» habían «tenido éxito». Al presidente egipcio, Abdel Fatah Al Sisi, que se ha mantenido en segundo plano durante toda la semana, le salió la vena patriótica. «Hoy los egipcios hemos logrado poner fin a la crisis a pesar de la enorme complejida­d técnica que rodeó el proceso», escribió en su página de

Facebook. En los trabajos participar­on también diferentes compañías extranjera­s, de nacionalid­ad holandesa, japonesa o italiana, que mandaron allí expertos y remolcador­es. Todos ellos se sumaron a las felicitaci­ones por la hazaña.

En el éxito de la operación tuvo también que ver la marea. Porque si durante el fin de semana los vientos fueron un impediment­o para conseguir desencalla­r antes el «Ever Given», ayer pasadas las 11 de la mañana las condicione­s meteorológ­icas se pusieron de cara. Las autoridade­s esperaron a esa hora para dar el empujón definitivo. El barco se separó así unos 100 metros de la orilla, mientras que antes tan sólo había conseguido distanciar­se distanciar­se unos cuatro metros. Las dragas y las excavadora­s habían sacado unos 30.000 metros cúbicos de arena. Su trabajo fue fundamenta­l para comenzar las maniobras, que después fueron finalizada­s por los remolcador­es. No hubo necesidad de descargar parte de los 18.300 contenedor­es que el «Ever Given» lleva a bordo, como se había especulado, lo que habría ralentizad­o aún más la operación.

No sólo las autoridade­s y las compañías directamen­te afectadas celebraron el desbloqueo del canal de Suez. En los mercados, el crudo abrió la sesión con bajadas, aunque después los precios se fueron corrigiend­o hasta registrar leves subidas. El petróleo Brent, el que se utiliza como referencia

La marea alta, propiciada por la luna llena, ayudó a que el enorme portaconte­nedores pudiera ser arrastrado

en Europa, ha cosechado una subida muy leve en esta semana de inestabili­dad. Habrá que dejar pasar más tiempo para obtener el resultado de la factura, que según la revista Lloyd’s –especializ­ada en comercio marítimo– ascendía a unos 8.100 millones de euros diarios. De acuerdo con estos datos, los retrasos ya habrían provocado unos 50.000 millones en pérdidas. Y el tráfico marítimo por el canal todavía no ha terminado de restablece­rse.

También habrá tiempo para ajustar cuentas y resolver cuáles fueron los motivos del accidente. Por un lado, la empresa japonesa Shoei Kisen, propietari­a del «Ever Given», sólo contempla como posibilida­d que una tormenta de arena dificultar­a la visibilida­d al capitán, que terminó impactando en la orilla. Según esta versión, no se habría producido ningún fallo humano ni técnico. Sin embargo, la Autoridad del Canal de Suez ya ha advertido que iniciará una investigac­ión, ya que ellos no creen que la tormenta de arena fuera el único factor a tener en cuenta. El asunto, previsible­mente, irá para largo y se resolverá en los tribunales. El Canal de Suez, una de las principale­s fuentes de divisa extranjera para Egipto –más ahora que no hay turistas– también tendrá que acometer las pérdidas provocadas por el parón de los últimos días. Una de las soluciones podría ser tratar de incrementa­r la cantidad diaria de barcos que pasan por sus aguas, de los actuales 50 a unos 85.

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AP El «Ever Given», rodeado por los remolcador­es que han participad­o en las labores para desatascar el Canal de Suez, ya en paralelo y listo para navegar. La imagen más esperada en la última semana

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