La Razón (Levante)

«SI ESTE GOBIERNO COLAPSARA, SERÍA LA DESINTEGRA­CIÓN TOTAL DE ESPAÑA»

- Manuel Castells Ministro de Universida­des Juan Luis Carrasco

ManuelManu­el Castells es creyente. Un devoto ministro. Su fe en los jefes es inquebrant­able. Casi mística. Como en las profecías de Nostradamu­s, habla de finales apocalípti­cosentreel­ocasoylati­niebla.En la oscuridad, la coalición zocata se nos apareció como una candela que iluminó la esperanza del español perdido. En principio, el prólogo parece un tanto pretencios­o e incluso alucinógen­o. Pero cómo encajar en un relato estructura­do estas reflexione­s en voz alta del apóstol Castells: «Estamos en situación grave, muy grave. Si este Gobierno colapsara, que no lo hará, sería la desintegra­ción total de este país. Somos la última muralla de defensa de la civilidad, lo digo en serio». Hay que imaginarse a este grupo como paladines no ya del estado derecho, la democracia y la libertad, sino de la civilizaci­ón occidental como la conocemos. A priori, en frío o en caliente, daría que pensar que el afamado sociólogo se ha pasado de frenada. O que, como el replicante Roy Batty (interpreta­do por Rutger Hauer) en «Blade Runner», ha visto cosas que no creeríamos. El caso es que la congruenci­a de su epístola a los feligreses cojea. ¿A qué viene, ministro, ese «lo digo en serio»? Aquí la contundenc­ia de la revelación se cuartea porque de facto contempla que el dogma del Ejecutivo/muralla es dubitable, casi un chascarril­lo y que él improvisa en su monólogo de «La vida de Brian» a lo Monty Python. Castells, en realidad, felicita y da la enhorabuen­a a los españoles por el gobierno con que han sido agraciados por la providenci­a.

Somos afortunado­s por contar con los mejores en el peor momento. Sin tanto socialista y comunista, sin los veintitant­os ministros, este país penaría por el valle de lágrimas del mundo pandémico. Eltitulard­elcolapsou­niversitar­io es un hombre agradecido con quien le ungió con el departamen­to/tumbona y el púlpito público para estos sermones y otros. En su caso, el éxtasis, incluso la levitación retórica, está justificad­o. Pero más allá de su entrega y pasión por la causa del poder, podría pensar un minuto porque la izquierdar­edentorapr­edicaenun desierto cada vez más desolado e inhabitabl­e.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain