Orgullosos en Maranello
Sainz lamentó no ser más ambicioso con un coche que tiene margen de mejora
Carlos Sainz no olvidará su primer Gran Premio con Ferrari. Contento y feliz por un lado, algo frustrado por otro. Estuvo en su mano hacerlo un poco mejor de no ser por el deseo del equipo de terminar la prueba antes que meterse en algún lío en forma de accidente o salida de pista. Pecó de conservador en la ronda final de la clasificación cuando en las sesiones previas había demostrado que podía ser más rápido que su compañero Leclerc. Al madrileño le faltó confianza, la misma que tenía en McLaren para firmar grandes actuaciones. Ya llegará. Todavía tiene que coger el aire al nuevo Ferrari, a su conducción, a la frenada, a la carga aerodinámica, aunque muchos coinciden que su adaptación ha sido muy rápida.
En carrera se topó con Fernando Alonso en la salida, que le ganó la partida, y un correoso Stroll, que siempre parece que esté disputando una prueba al esprint sin ningún tipo de miramiento ni estrategia. Leclerc peleó por delante con los McLaren, pero su ritmo de carrera era inferior y poco a poco fue cayendo en la clasificación a pesar de su efervescencia inicial. El propio monegasco dejó claro que todavía hay coches por delante del monoplaza rojo a pesar de la mejora experimentada por el motor. La degradación de los neumáticos traseros parece el gran problema a resolver para Ferrari en las próximas semanas.
En Maranello están muy contentos con sus pilotos, hay buen ambiente de trabajo y sorprende, todavía, el hecho de que Sainz haya trasladado su residencia cerca de la sede para trabajar día a día dentro del equipo. Es posible que lleve más días en la fábrica que los que haya estado su compañero Leclerc en el año y medio que lleva disfrutando como piloto de la Scuderia.
El madrileño quiere jugar el factor de la cercanía con mecánicos e ingenieros para contrarrestar el tiempo que Leclerc lleva en Ferrari. Después de casi tres meses, Sainz está completamente integrado. Ahora le falta hacer más hincapié en la mejora del coche, algo que en Ferrari esperan más de él que de su compañero. El de Mónaco demostró más velocidad y acción, pero al final terminó sólo dos puestos por delante de Sainz, que sumó cuatro puntos. El español ya sabe la presión que hay en Italia y, además, la siguiente cita de la temporada será precisamente en el país trasalpino, muy cerca de la sede del equipo.