Iglesias huye tras su fracaso personal
Dimite de todos sus cargos al ser doblado por el partido de Errejón y quedar como quinta fuerza: «No contribuyo a sumar»
Punto final. La plaza que vio nacer a Pablo Iglesias hoy le deja caer. El ex vicepresidente recoge el mensaje de manera inmediata. Ya No contribuye, ni suma, así que dimite de todos sus cargos políticos; es decir de ex secretario general del partido que era el único cargo que ostentaba tras su salida de Moncloa.
Los resultados electorales cosechados por los morados suponen un fracaso sin posibilidad de disculpas para el ex vicepresidente del Gobierno que fió el devenir de su partido en la Comunidad de Madrid a su liderazgo, sin ser consciente del efecto desgaste que lleva sufriendo desde hace cinco años. Es por ello que, en último balance, reunió a su Ejecutiva tras confirmar su último fracaso personal. Iglesias ha llevado a Podemos a convertirse en un actor secundario en la política madrileña. Queda relegado a quinta fuerza política y se convierte en irrelevante en la Asamblea de Madrid, por detrás de Vox. Y Iglesias fue perfectamente consciente ayer. Al filo de la media noche, compareció ante los medios de comunicación para anunciar el fin de su vida política. «Cuando uno no es útil tiene que saber retirarse», asumió el ya ex líder de Podemos, quien asimiló que no era «una figura política que pueda contribuir a sumar». Deja todos sus cargos de inmediato tras el triunfo incontestable del PP y tras no lograr que el «efecto Iglesias» se traduzca en un gobierno de izquierdas. Será ahora, Yolanda Díaz, la que deba enfrentarse al reto de reconstruir su formación tras la debacle. Y es que los morados solo mejoraron ayer su resultado en tres escaños respecto a 2019, unos números que ni suman a la izquierda y que demuestran la decepción del electorado con Iglesias, al darle la espalda y verse doblado en escaños por su principal rival, Más Madrid. De esta manera, el partido liderado por su ex número dos a nivel nacional, Íñigo Errejón ultimó ayer su último golpe contra Iglesias. A este partido, felicitaba ayer por su «magnifico resultado», aunque destacando que tras su batacazo, esa suma no contribuía a un gobierno de izquierdas.
Iglesias se marchó ayer justificándose en que «Madrid había votado diferente», a la par que fundamentó su adiós por haberse convertido «en un chivo expiatorio que moviliza los afectos más oscuros, más contrarios a la democracia y las bases materiales de la misma». Iglesias dijo ayer sentirse víctima de una «deshumanización» durante su estancia en política, a la que responsabilizó a PP y Vox. «A partir de ahí la
inteligencia política tiene que estar por encima de otra consideración», analizó para después confesarse «limitado» en la organización debido a entender que su persona «moviliza» a «los que odian la democracia».
El partido sufrió ayer una seria derrota, a pesar de su esfuerzo en movilizar al electorado de los barrios del sur y la periferia. De nada sirvió la centralización de su campaña enVillaverde, Getafe, Leganés, Usera, Vallecas, Alcorcón, Móstoles y Vicálvaro. Y es que, en ninguno de estos emplazamientos los morados han logrado situarse como primera fuerza política. Hasta en Vallecas, arrasaron ayer los populares.
Símbolo de la falta de apoyo al partido es que el ministro de Universidades, Manuel Castells, que forma parte de la cuota morada, decidió arropar al candidato socialista, Ángel Gabilondo en Madrid.