NOCHE DE FIESTA EN MADRID
LaLa euforia que rezuma la fotografía captada anoche en la calle Génova, frente a la sede nacional del Partido Popular, está más que justificada. Fue una victoria de las de antes, de esas que hacían temblar los cimientos del viejo edificio con los botes de todos los líderes que pasaron por allí en los tiempos pretéritos de las mayorías absolutas del centroderecha, mucho antes de estos tiempos oscuros de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, del frentismo, el guerracivilismo, el discurso del odio apadrinado por la izquierda ultra y la revanchista. Así que sí, los simpatizantes del Partido Popular festejaron a lo grande antes del toque de queda que los madrileños liderados por Isabel Díaz Ayuso habían frenado en seco al régimen de los coaligados en La Moncloa que habían acosado para asfixiarla a la región capitalina con todos los medios a su alcance. No pudieron doblegar la voluntad abrumadora de un pueblo, el madrileño, que castigó de paso con una dureza extrema la violencia y a todos sus promotores y adalides en esta campaña sucia que intentaron reventar a ladrillazo limpio. Banderas españolas y populares al aire, los «tabernarios» brindaron la gesta de Ayuso y el PP a José Félix Tezanos, aquel que desprestigia el CIS con cada encuesta que publica, una estafa diaria con dinero público, y que insultó a todos los votantes de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Amanece hoy en la locomotora de España con un mensaje para el resto de la nación, que el crepúsculo de Sánchez y lo que representa se atisba ya en el horizonte.