Las erratas de Calviño
Calviño, «la miembra mejor» valorada del Gobierno, según el último barómetro del CIS de Tezanos –preciso la fuente para que cada uno decida si lo tiene en cuenta, o no– se ha despachado diciendo que la propuesta de eliminar la declaración conjunta del IRPF, recogida en el Plan de Recuperación, es una errata. «Estamos hablando de una errata dentro del cuerpo del Plan y en la ficha fiscal lo que se prevé es la creación del grupo de expertos de la reforma fiscal, que evaluará las cuestiones de la Airef en cuanto a la eficacia de las bonificaciones fiscales que ya existen». Para rematar la faena dijo que los miembros y las miembras del Gobierno/a se quedaron muy sorprendidos cuando se conoció ese aspecto del anexo del documento, que puede dar lugar a malas interpretaciones.
Hasta ahora yo entendía por errata, pues que se cambiase una letra, como cuando, por ejemplo, se publicó en el BOE aquello del Consejo General del Joder Judicial, en lugar del Poder Judicial; incluso que se utilizase una palabra en lugar de otra. Pero, calificar de errata la inclusión de un párrafo largo y, además, de la importancia del que nos ocupa, me parece de un gran atrevimiento por parte de la vicepresidenta segunda del Ejecutivo.
La «pobra» Calviño sigue a estas alturas en el Gobierno, y va ya para tres años, que se dice pronto, de su etapa de «inversión política» como paso previo para ocupar un puesto importante a nivel internacional, que es su aspiración secreta. Vino de Bruselas a Madrid para volver a la capital comunitaria como comisaria, pero los designios de Pedro Sánchez y Borrell se cruzaron por medio. También tuvo aspiraciones al Fondo Monetario Internacional (FMI) e incluso a la OCDE. Puesto internacional que salía, allá que iba ella. Pero las cosas salieron mal, una detrás de otra, cosechando fracaso tras fracaso. Aplicando su terminología, eso sí que son erratas y de las gordas en su currículo. ¡Menudo papelón está haciendo!