John Boyne: «Ya no estoy enfadado por los abusos que sufrí, sino concienciado»
El autor publica un profundo relato sobre la vida en la Irlanda de la posguerra
No hace mucho que Irlanda vivió otra terrible epidemia. También fue imperceptible para el ojo humano. Desde finales del siglo pasado hasta hoy, más de 1.300 sacerdotes irlandeses han sido acusados de abusos sexuales a menores. Miles de niños fueron víctimas de estas personas. «En enero de este año uno de mis ex profesores ha sido encarcelado por abusos en las escuelas a la que yo asistí», recuerda John Boyne, para a continuación confesar que «eso me llevó a denunciar casos que sufrí de adolescente». «Pensé que tenía que hacerlo y eso permitirá que otras personas tengan el valor de dar un paso al frente y contar sus propias historias», continúa. «Una de las razones por las cuales la Iglesia se ha desmoronado tanto en Irlanda es porque gente que había entregado su vida a ella se ha sentido traicionada, decepcionada».
Boyne, reconocido mundialmente por su best-seller «El niño con el pijama de rayas» (2006) y también escritor de «Las huellas del silencio» (2014), se ha abierto en canal ante la Prensa española recordando uno de los peores episodios de su infancia. «La escuela a la que fui, por desgracia, tenía unos cuantos abusadores entre su personal. Y a quien yo denuncié no es el mismo que ha sido condenado a una pena de cárcel», precisa. Pero no por ello deja atrás el optimismo: «Sí, he conseguido superar esos abusos. Escribir “Las huellas del silencio” me ayudó mucho, asumí que era una víctima y no un participante, mientras que cuando tenía unos veinte años me sentía culpable, avergonzado. Ya no siento eso, ni siquiera estoy enfadado, sino concienciado».
Un niño huérfano
El escritor volvió a sus raíces en 2014 y ha vuelto a hacerlo con «Las furias invisibles del corazón» (Salamandra), que a partir de mañana está disponible en las librerías. «En la primera parte de mi carrera no escribía sobre Irlanda en absoluto», explica, hasta que le llegó una idea que no pudo obviar: «Con “Las huellas del silencio” empecé a hacerlo sobre el abuso infantil y a plasmar mis recuerdos infantiles».
A través de un relato profundo sobre la Irlanda de la posguerra, Boyne narra la historia de Cyril, un niño huérfano que, tras descubrir que es gay, tardará décadas en desprenderse de una culpa y una vergüenza paralizantes. Y esta trama transcurre en el nada fácil contexto histórico de los últimos 70 años de la historia irlandesa: «El país ha cambiado», dice Boyne, «la posguerra fue muy oscura, sobre todo, para las mujeres que, hasta los 90, cuando Mary Robison fue elegida como presidenta, no tuvieron voz». Ahora, en 2021, «estamos en un país más optimista, liberal, más moderno de mentalidad y abierto a otras diferencias de opinión, es un lugar magnífico donde vivir», defiende el escritor, a la vez que se siente identificado con sus raíces: «Soy una persona emocional y abierta, estoy descubriendo que me gusta más escribir desde el corazón que desde la cabeza».
Con un toque de humor y una historia llamativa por su belleza y emotividad, Boyne hará descubrir al lector las furias más escondidas que puede albergar un corazón. «Cyril es un personaje muy aislado, no encuentra mucho amor en su vida y tiene que espabilar por su cuenta», relata. «Si algo hemos aprendido en los últimos meses es que, a veces, todos nos encontramos con esta situación de soledad. Hemos tenido que rebuscar en nuestro propio interior para sobrevivir», añade. Este personaje, además, «es uno de mis favoritos de todos los que he creado a lo largo de mi carrera por el optimismo que tiene a pesar de todos los reveses que sufre», asegura, y añade que «yo creo que también soy así, todos tenemos obviamente momentos que afectan y, o te hundes, o te levantas. Y yo me levanto, como Cyril».
Esta obra demuestra que la escritura de Boyne se vuelve más natural cuanto más personal es la historia. Si bien es uno de sus libros más largos (672 páginas), «tardé unos dos años en escribirlo. Tampoco me parece tanto». El resultado es un viaje en el que el lector podrá embarcarse para descubrir cómo el humor y la sinceridad sirven de perfectos antídotos incluso ante las mayores tragedias sociales.