Tan fundido como el resto
Hazard no pudo recuperar la memoria en el estadio donde se hizo grande
En el último cuarto de hora Hazard intentó buscar ese último aire que encuentra el escalador en las rampas finales del puerto. Pero ni así pudo hacerse visible en un estadio que fue su casa y donde se ganó el fichaje por el Real Madrid. Era un buen día para que el belga empezase a devolver lo que se pagó por él y eso mismo pensaba Zidane, que lo metió de titular lo más cerca posible de Benzema. Una pareja perfecta si no fuese porque mientras uno se encuentra en un momento de plenitud, otro hace mucho tiempo que no sale de una lesión cuando se encuentra con otra.
Si a veces la visión de una escena de tu pasado puede sacarte de repente de la amnesia, no fue esto lo que le sucedió a Eden en Stamford Bridge. Nunca pudo estar cómodo en la telaraña desplegada por Tuchel y las pocas veces que recibió el balón lo hizo de espaldas y rodeado de rivales. No hubo rastro de la chispa, el desequilibrio y la precisión de otros tiempos. Zidane quiso probar si la chispa podía surgir, ahora que al menos no tiene molestias físicas, pero no era su momento todavía, y se le vio tan fundido como el resto de sus compañeros, a los que pareció que la energía del Chelsea les echó de golpe encima toda la carga de minutos minutos del curso. Sí que pareció al límite el Real Madrid en la segunda parte, donde hasta Casemiro tuvo que dejar su lugar desbordado como nunca. Sergio Ramos también regresaba después de mucho tiempo fuera y no pudo ser el capitán poderoso de otras veces.
Hazard llegaba más fresco en cuanto a minutos, pero a cambio lo hacía fuera de ritmo y sin el toque de balón que dan los partidos y la continuidad. No pudo hacer daño al que fue su equipo, que se metió en la final y se convirtió en el primer equipo que gana al Madrid desde el 30 de enero. Han sido 19 partidos
«Esto demuestra que lo que hicimos ganando tres Champions seguidas es histórico», reconocía Casemiro
consecutivos sin perder desde aquella rueda de prensa en la que Zidane se enfadó. Desde aquella arenga el Madrid pareció hacer posible lo imposible y se ha quedado a un sólo paso de una nueva final de Champions. «Esto demuestra que lo que hicimos ganando tres seguidas es histórico», reconocía Casemiro.