Nadal no tiene claro si irá a Tokio «En un mundo normal nunca pensaría en perderme los Juegos, pero...», dice Rafa
Nadal, después de pasar por Mallorca en una breve tregua tras su eliminación en los cuartos de Madrid, debuta hoy en el Foro Itálico. El estreno en el torneo en que ha sido nueve veces campeón será ante Janik Sinner. El italiano de 19 años es el número 18 del mundo y una de las sensaciones de la temporada con su título en Melbourne y la final en Miami. Rafa tendrá un arranque complicado en Roma, pero antes del debut miró más allá. Miró a Tokio y dejó una reflexión inquietante: «No sé todavía, no puedo dar una respuesta clara sobre mi presencia porque no lo sé. En un mundo normal nunca pensaría en perderme los Juegos, claro, todos sabemos lo importantes que son para mí. En estas situaciones, no sé, veremos en un par de meses», aseguró. Y siguió: «Tengo que organizar organizar mi calendario. En un año normal siempre tengo claro mi calendario desde el 1 de enero, pero este año es distinto. Hay que ser flexible». Esa flexibilidad supone que Rafa y su entorno decidan dónde competir a medida que van pasando las semanas. Roma es el último capítulo antes de Roland Garros y en función de lo que pase en París decidirá si compite o no antes de Wimbledon. Y después de Londres llegan los Juegos, aunque eso todavía está demasiado lejos para un jugador camino de los 35 años.
Y es que la pandemia ha hecho replantearse bastantes cosas a Nadal y a los jugadores de su generación. «Todo esto nos ha hecho vivir cosas a las que no estábamos acostumbrados. Cuando se habla de pandemia se habla de los jóvenes, pero yo creo que ellos tienen energías para adaptarse más. Para nosotros que llevamos una vida viviendo en unas condiciones que han cambiado de manera drástica y somos más conscientes de los problemas, está preocupación está más acentuada», afirma. Y prosigue con la situación del «Big 3»: «Nosotros llevamos toda la vida jugando con público y quizá necesitemos un poco más eso, pero todo son teorías y búsqueda de motivos. Hay una generación joven que es buena. Es la vida, una rueda que no se detiene para nadie. Primero, los tres nos estamos perdiendo eventos. Segundo, hay una nueva generación que es muy buena. Y tercero, tenemos 33, 34 y 39 años. Normalmente nada es para siempre», asegura. El abanderado español en Río y doble medallista olímpico no tiene nada claro que este verano dispute sus terceros Juegos.