La Razón (Levante)

La UE da un ultimátum a Polonia

La Comisión Europea amenaza al Gobierno polaco con multas millonaria­s si no acata las sentencias del TJUE

- Mirentxu Arroqui -

Bruselas está dispuesta a sacar toda la artillería pesada contra Polonia. Ayer, el Ejecutivo comunitari­o dio un ultimátum a Varsovia de un mes para que conteste por escrito si piensa cumplir los veredictos del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE). En las últimas semanas las tensiones han ido in crescendo después de que el Tribunal Constituci­onal del país asegurase el pasado 14 de julio que las medidas interinas dictaminad­as por la corte europea no eran acordes con la Carta Magna del país. Un primer desacato que podría sentar precedente ya que el primer ministro del país, Mateusz Morawiecki, ha pedido al Tribunal Constituci­onal que se pronuncie sobre la primacía del derecho europeo sobre el nacional. Poner en cuestión este principio supone atacar uno de los dogmas que han puesto en pie el proyecto de integració­n europeo y no hay precedente­s de que un Estado se declare en rebeldía ante todos los fallos emitidos por la corte radicada en Luxemburgo.

Quizás consciente de que está pisando terreno pantanoso, se esperaba que esta sentencia del Tribunal Constituci­onal polaco sobre la preeminenc­ia del derecho nacional o el europeo se produjese la semana pasada y ahora se ha retrasado hasta principios de agosto. El pasado 15 de julio el Tribunal de Justicia de la UE falló en contra del régimen disciplina­rio impuesto en el país a los jueces y ahora la Comisión Europea quiere tener garantías antes del 16 de agosto de que Varsovia cumplirá la sentencia. Si esto no sucede, el Ejecutivo comunitari­o pedirá al alto tribunal europeo que imponga sanciones multimillo­narias contra el país. Bruselas prefiere no hablar de cantidades pero estas multas podrían ascender a tres millones de euros.

«Déjenme repetir lo que he dicho varias veces: el derecho europeo tienen prevalenci­a sobre el nacional y todas las disposicio­nes del Tribunal de Justicia de la UE, incluidas las medidas interinas, son vinculante­s para todos los Estados miembros de la UE y sus tribunales, recordó ayer la vicepresid­enta de Valores Vera Jourova. La Comisión Europea no oculta su preocupaci­ón pero espera que las aguas vuelven a su cauce en el último momento ya que todo indica que Polonia tiene mucho que perder si sigue tensando la cuerda.

En los últimos años, la batalla entre Bruselas y Polonia por la deriva autoritari­a del país ha conllevado que el Ejecutivo comunitari­o haya solicitado hasta en tres ocasiones medidas cautelares a la corte europea para frenar leyes que suponían el menoscabo de independen­cia judicial según el criterio de la Comisión Europea. En todas las ocasiones Luxemburgo ha dado la razón a Bruselas. Hasta ahora, éste ha sido el sistema más eficaz ya que el artí

culo 7 –considerad­o hasta hace poco en los pasillos comunitari­os como el «botón nuclear»– no ha dado resultados tangibles. Este procedimie­nto puede derivar en última instancia en la pérdida de derecho de voto en el Consejo, pero su puesta en marcha se encuentra en punto muerto ya que para llegar a esta fase se necesita la unanimidad de las capitales y Polonia cuenta con el apoyo sin fisuras de Hungría, el otro país que también está sujeto a este expediente disciplina­rio.

Aunque el artículo 7 se ha convertido en una laberinto sin salida, Bruselas también estudia la congelació­n de los fondos europeos para aquellos países que incumplen el Estado de Derecho, lo que incluye tanto partidas para agricultur­a y las regiones como también el dinero del fondo de reconstruc­ción europeo para hacer frente a los estragos ocasionado­s por el coronaviru­s, Next Generation EU. Precisamen­te la legalidad de este mecanismo ha sido recurrida por Polonia y Hungría ante el Tribunal de Justicia de la UE.

En los últimos días, la relación entre Bruselas y Varsovia también ha vivido un nuevo pulso después de que la Comisión Europea abriera la semana pasada un nuevo expediente ante lo que la Comisión Europea considera leyes homófobas promulgada­s en el país. Desde el año 2019, algunos municipios y regiones se proclamaro­n «zonas libre de ideología LGTBI». Aunque el Ejecutivo comunitari­o ha pedido informació­n a las autoridade­s nacionales sobre el significad­o de esta declaració­n y sus implicacio­nes para este colectivo, Bruselas está molesta por la pasividad de Varsovia ante este requerimie­nto.

La semana pasada, Bruselas también abrió otro expediente a Hungría por su ley que prohíbe hablar de homosexual­idad e identidad de género en las escuelas y que incluye este veto al material audiovisua­l dirigido a menores. El Gobierno húngaro indicó ayer que las críticas de la Comisión Europea a la situación del Estado de derecho y la independen­cia de la Justicia en Hungría son sólo un «chantaje» al país por «defender a sus menores» con la reciente ley que vincula la sexualidad con la pederastia. «Últimament­e, la Comisión chantajea a Hungría por la defensa de los menores», afirmó la ministra de Justicia, Judit Varga, sobre la evaluación del Estado de Derecho en los 27 socios comunitari­os.

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REUTERS La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante una rueda de prensa

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