De las camas de cartón de la Villa...
Los organizadores pretenden evitar las relaciones sexuales entre atletas
Uno de los grandes atractivos para los deportistas que acuden a unos Juegos, más allá de la propia competición, es la convivencia en la Villa Olímpica con otros atletas. Sin embargo, en época de pandemia, estos contactos, tan enriquecedores como estrechos, suponen un problema para el Comité Organizador de los Juegos. El miedo a un brote de contagios que arruine el evento deportivo más importante a nivel mundial ha llevado a tomar medidas extremas. Y como no hay contacto más estrecho que el mantenido durante el acto sexual, los organizadores están haciendo todo lo posible para dificultar las relaciones sexuales entre los deportistas dentro de la Villa. Está por ver que lo consigan.
Con el objetivo de lograr una competición segura y evitar contagios, el Comité Olímpico Internacional (COI) exigirá a los residentes de la Villa que respeten las normas de distanciamiento social para evitar un brote de covid y ha amenazado con duras sanciones a los infractores, entre ellas la descalificación. Según las medidas de salud pública establecidas para Tokio durante la celebración de los Juegos, los atletas deben «evitar formas innecesarias de contacto físico». Entre esas «formas innecesarias» estaría el sexo.
Durante los Juegos de invierno de Pieonchang 2018 la utilización de la aplicación de citas Tinder se multiplicó un 350 por ciento y en los de Río 2016, los organizadores repartieron 450.000 preservativos, a una media de 42 por deportista. Desde Seúl ’88 se han distribuido cientos de miles de profilácticos gratuitos entre los deportistas para fomentar las relaciones sexuales seguras dentro de la Villa, pero para los responsables de la cita de Tokio no hay más seguridad que no mantener relaciones. La organización de Tokio no fue tan optimista como la de Río y tiene previsto distribuir 160.000 preservativos entre los atletas, pero en su momento ya aseguraron que esos preservativos no estaban pensados para su uso en la Villa, sino para que los deportistas se los lleven a casa y sea allí donde los utilicen. Con esa medida pretenden fomentar el sexo seguro y concienciar sobre el peligro del VIH.
Como quizá no estaban seguros de que esta petición fuera atendida, los organizadores dieron un paso más para tratar de evitar las relaciones. Decidieron que las 18.000 camas de la Villa fueran de cartón. Las denominadas camas antisexo estaban pensadas para soportar el peso de una persona y se pedía evitar movimientos bruscos encima de ellas ante el riesgo de que se rompieran, pero ha resultado que son más resistentes de lo esperado y soportan hasta 200 kilos. «Estas camas son más fuertes que las de madera», explicó Takashi Kitajima, director general de la Villa, quien advirtió: «El cartón se rompería si saltaras sobre ella».
El reto estaba lanzado y lo aceptó el gimnasta norirlandés Rhys McClenaghan, quien poco después de llegar a su alojamiento en la Villa se grabó saltando sobre una de esas camas: «En el episodio de hoy de noticias falsas en los Juegos, las camas que están destinadas a ser antisexo. Están hechas de cartón, sí, y aparentemente están diseñadas para romperse con cualquier movimiento brusco», dijo McClenaghan mientras se grababa saltando sobre la cama, que resistió sin problemas. «¡Son noticias falsas!», concluyó el gimnasta.
Las camas nunca han sido un problema para tener sexo en la Villa, como contó a ESPN Hope Solo, ex portera de la selección de Estados Unidos de fútbol: «He visto gente teniendo sexo al aire libre, en el césped, entre edificios». Y es que «entre el 70 y el 75 por ciento de los deportistas mantienen relaciones sexuales durante los Juegos», aseguró el ex nadador estadounidense Ryan Lochte, ganador de seis oros olímpicos, tres platas y otros tantos bronces.
El objetivo de utilizar camas de cartón no es solo tratar de evitar las relaciones sexuales entre los deportistas, sino hacer unos Juegos lo más sostenibles posibles. Los somieres individuales se reciclarán en productos de papel, mientras que componentes del colchón se reciclarán en productos de plástico.