ABRAHAM MOISÉS, EL ALUMNO QUE SE CONVIRTIÓ EN MAESTRO
Formado en Buenos Aires y Madrid, dirige el Centro Europeo de Cirugía Estética
LicenciadoLicenciado en la Universidad de Granada como médico y cirujano, el doctor Abraham Moisés Barbero se trasladó a Buenos Aires con una beca del gobierno en virtud de un convenio de homologación para realizar en esa ciudad la especialidad de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética. «Allí recibí enseñanza de los más importantes cirujanos de la especialidad como el doctor Morales y el doctor Juri, que son cirujanos que por la importancia de sus trabajos se encuentran en la historia de la cirugía plástica. Esa formación la completé en el prestigioso Hospital Ramón y Cajal de Madrid, con otros excelentes profesionales como el doctor Barros o el doctor García Morato que se han dedicado, con empeño, a la formación de especialistas y a quienes siempre agradeceré el apoyo y el cariño manifestado», declara Moisés.
Formarse con los mejores fue siempre su prioridad, ya que en cirugía las enseñanzas de los maestros marcan la diferencia. Y gracias a ese aprendizaje se convirtió en uno de los máximos exponentes en nuestro país. De hecho dirige, desde hace 20 años, el Centro Europeo de Cirugía Estética, con sedes en Madrid y Granada. «Desde pequeño tuve una gran inclinación hacia las ciencias y la medicina. Nunca tuve en mi mente dedicarme a otra especialidad que no fuera la Cirugía Plástica, Reparadora y Estética. El haber crecido en una familia con una amplia tradición en las artes plásticas sintetizó mi pasión por la cirugía y por el arte, hallando en la cirugía plástica la forma de expresar mi vocación y mis conocimientos ayudando a los pacientes a recuperar y conseguir su equilibrio corporal a través de la función y la forma», manifiesta el doctor.
El paciente
Centrarse en el paciente, escucharlo con atención, entender sus motivaciones, conectar con él para poder atenderle correctamente durante todo el procedimiento, desde la primera consulta hasta el alta, estando pendiente en todo momento de sus necesidades es una de sus prioridades como doctor. Al respecto manifiesta que «en nuestra especialidad la calidad humana del médico y su equipo es fundamental al tratarse de una cirugía electiva, siendo una toma de decisión muy importante y decisiva para el paciente, que involucra cambios fundamentales en su vida. Cada paciente merece de mi actuación y la de mi equipo la máxima capacidad técnica e intelectual para conseguir la mejora de su calidad de vida y bienestar. Acompañarlo en todo el proceso es nuestra misión ».
Durante la pandemia las clínicas clínicas de estética han estado cerradas, reabriendo una vez que se conocieron los protocolos para poder intervenir a los pacientes con la máxima seguridad. Muy probablemente el aumento de la demanda se debió a la tranquilidad con que el paciente podía enfrentarse al postoperatorio, al teletrabajo, el uso de la mascarilla que ocultaba el procedimiento y la reducción de actividad social. Actualmente esa demanda permanece al alza, pero hay que recordar la importancia de acudir a un cirujano plástico formado, colegiado, y realizarse la cirugía siempre en instalaciones acreditadas.
En la actualidad la tecnología ha irrumpido con fuerza en la rinoplastia, mejorando la recuperación de los procedimientos que se realizan, ya que las técnicas actuales son menos agresivas. La rinoplastia ultrasónica y la liposucción a través de láser son dos grandes avances que han permitido que los pacientes se recuperen con más facilidad y se reintegren con prontitud a su vida habitual.