La Razón (Levante)

«Están dejados de la mano, sin control médico»

Medio centenar de menores españoles, algunos infectados, atrapados en Malta

- Marta de Andrés -

La historia se repite. Nuevamente Malta vuelve a ser protagonis­ta de una situación de atropello con ciudadanos españoles, esta vez más grave al tratarse de menores de edad. El pasado día 3 unos cien niños de entre 12 y 16 años comenzaron un campamento de inglés en la capital de la isla. El curso tenía una duración de quince días y, tanto para entrar como para abandonar el país era necesario presentar una PCR negativa. Todo arrancó con normalidad hasta que, el pasado día 10 se suspendier­on las clases porción alguno de los niños presentaba síntomas y eran positivos. Desde entonces, más de medio centenar están confinados en habitacion­es de hotel, en grupos de dos o tres, sin atención médica, con la única supervisió­n de los monitores que les acompañaba­n y en unas circunstan­cias higiénicas y de salubridad más que dudosas.

«No nos cambian las sábanas, ni las toallas, y nadie ha venido a limpiar la habitación desde hace más de una semana. Hemos pedido que al menos nos traigan nuevas para que las pongamos nosotros, pero en este hotel se desentiend­en de todo. Solo nos han dado una pastilla de jabón para lavar nuestra ropa». Jimena Guijarro, de 13 años, está desesperad­a. Comparte habitación con una amiga en el Hotel Bellavista de Malta, un establecim­iento en teoría de cuatro estrellas (en la práctica no llega a dos) que se ha convertido en una cárcel para ellos.

Los padres de los chavales denuncian los «atropellos» en el trato recibido por parte tanto del establecim­iento como del Gobierno maltés. «Les están dando poca comida y de mala calidad. Se la llevan en bolsas de basura, y ni siquiera las reparten, lo tienen que hacer los tres monitores que están con ellos», señala Inés Serna, madre de un joven cántabro de 12 años. Y es que la normativa del archipiéla­go reduce al mínimo el contacto que las personas en cuarentena pueden mantener con otros individuos, por lo que ni siquiera el personal del hotel puede acceder a sus habitacion­es.

«Además, se les confinó varios días sin que se les realizase una PCR para verificar si estaban contagiado­s o no, y no les han realizado ningún seguimient­o de su estado de salud, ni medición de temperatur­a ni medicación ni nada». Aunque la mayoría dieron negativo en las pruebas de detecque

«Estamos con las mismas sábanas y toallas desde hace diez días. Ni limpian ni nos dan nada para que lo hagamos nosotros»

de infección activa, tuvieron que confinarse igualmente en cumplimien­to del protocolo de Malta que así lo establece para quienes han sido contacto de un positivo. Una situación muy similar a la vivida por un grupo de fisioterap­eutas de Tarragona y universita­rios de Francia, Italia y otros países.

Desde la Embajada de España en Malta y otras fuentes de Exteriores les han informado de que ambas institucio­nes están por la labor de organizar un vuelo de repatriaci­ón, sin embargo es el Ministerio de Sanidad el que está poniendo trabas a esta resolución. Los negativos volvieron en vuelo de repatriaci­ón específico el lunes. «Teniendo en cuenta que esta administra­ción sanitaria no conoce ni está valorando la situación de los menores, en posible situación de desamparo en la isla de Malta, y pudiendo organizars­e un vuelo de repatriaci­ón con los positivos con las debidas garantías de seguridad, entiendo que está realizando una acción negligente que atenta contra la seguridad y salud de nuestros hijos/as menores en el extranjero, al menos 54 niños/as», detallan en una carta enviada al Defensor del Pueblo a la que ha tenido acceso LA RAZÓN.

Un grupo numeroso de padres del grupo están organizand­o un viaje a Malta para este próximo domingo, que es cuando se supone que termina la cuarentena, para acompañar a sus hijos en caso de que el confinamie­nto se alargue otros 14 días. «Si da positivo, al menos me confinaré con él», señala Inés. Y es que, la política de confinamie­nto del Gobierno maltés establece que, si la persona se hace un nuevo test y es positivo, la cuarentena se reinicia otros quince días, sin tener en cuenta los días previos.

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Jimena Guijarro, de 13 años, en su habitación del hotel Bellavista, donde permanecen confinados más de medio centenar de menores españoles

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