El difícil equilibrio entre afectividad y servidumbre
► Alicia Trabucco retrata una ácida crítica social sobre la violencia, el despotismo y la condición humana a través de la vida de una asistenta
En 2018 la película de Cuarón «Roma»mostrabalasvicisitudesde una sirvienta de una acomodada familia mexicana. Sus dichas y penalidades servían para trazar una crítica social y un desolado panorama de las relaciones humanas. En parecida línea argumental Alicia Alicia Trabucco publica «Limpia», protagonizada por Estela, que trabaja como asistenta y niñera en casa de un adinerado matrimonio. Narrada en primera persona con forma de atestado judicial, la historia avanza hacia el trágico desenlace que se atisba desde su inicio.
Esa familia, integrada por una niña malcriada y sus engreídos padres, a quienes se sumarán Yani, una cariñosa y maltratada perra, así como la criada, acabará conformando un grupo fatal donde se manifiestan desigualdades sociales, desnortados comportamientos, frustraciones sentimentales y el imprevisto azar. Estela irá aprendiendo a golpe de decepciones el equilibrio entre afectividad y servidumbre: «No hay que querer a los que mandan. Ellos solo se quieren entre sí». La novela apunta hacia la violencia familiar, el despotismo del patriarcado, el menosprecio de la condición femenina, la penosa situación laboral del empleo doméstico y el egoísmo innato a la naturaleza humana. Lo mejor, la creciente tensión que va adquiriendo la historia, recreando una atmósfera angustiosa en un ámbito de cotidiana familiaridad y emotivo desarrollo. Crítica social y suspense eficazmente combinados.
▲Lo mejor
La inquietante atmósfera que se va creando en un enrarecido ambiente familiar
▼Lo peor
Nada realmente destacable sobre una bien conformada novela como esta