Artur Duart revoluciona la cultura en Valencia
► Este valenciano, que se ha puesto al frente de Bombas Gens, preside la empresa de gestión cultural más grande de España
SuSu presencia en Valencia aún no ha hecho mucho ruido. Ha llegado despacio, pero a partir de ahora está dispuesto a revolucionar el mundo de la cultura, un ámbito cerrado en el que los pocos que forman parte de él tienen todo el poder y deciden lo que está bien, es adecuado y tiene interés.
A partir de ahora, Bombas Gens será el centro de la revolución que está por llegar a la capital del Turia y que ya triunfa en otros lugares donde se logra interesar a públicos ajenos a las exposiciones, especialmente a los jóvenes.
El artífice de la revolución es Artur Duart, un valenciano nacido en Sollana que cumplió 60 años el pasado 31 de enero y que preside Magma Cultura que, junto a la productora Layer of Reality, se ha convertido en la empresa de gestión y producción cultural más importante de España con proyectos en marcha por todo el mundo.
Quizá uno de los más insólitos, pero no por ello el más importante, es la propuesta cultural que desarrollan para «The Line», la ciudad del futuro diseñada por una empresa del príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bi Salman. La metrópoli, de 200 metros de ancho y 170 kilómetros de largo, será sostenible e inteligente. Los planes de ejecución señalan que será habitada por nueve millones de personas cuando esté operativa en 2030.
Lo más importante del proyecto es que romperá con todos los esquemas que conocemos hasta ahora. Quizá por eso hayan contado con las ideas del equipo que dirige Duart, un hombre convencido convencido de la importancia de utilizar las herramientas que ofrece la tecnología para ir más allá de lo conocido, para experimentar, investigar y desarrollar.
Las empresas que lidera Artur Duart gestionan los paquetes de visitas turísticas del Museo del Louvre en París, las actividades didácticas del Museo del Prado y ha colaborado en el Plan estratégico de Marketing turístico de Porec en Croacia, entre otras.
Defiende la cultura como un instrumento de renovación, de crecimiento personal y social por eso considera que hay que dejar de lado la forma tradicional de acceder a ella para adecuar los contenidos a lo que busca el consumidor. «Si no lo hacemos así desde nuestro sector vendrán de otros y lo banalizarán, porque el proceso es imparable».
Es crítico con los profesionales que se acomodan a lo establecido y que se consideran los únicos capaces de hacer bien las cosas sin cambiar nada de lo que se hacía hace 100 años. Y hace hincapié en el desprecio que algunos popes de los museos hacen al departamento de didáctica. «No solo no les interesa demasiado, sino que tampoco le otorgan un presupuesto adecuado a pesar de que quienes pasan por allí (los escolares) son el futuro y las actividades que se programen serán las que despierten el interés por conocer lo que ocurre en los museos».
Asegura que su intención no es abrir una guerra en el sector sino establecer vías de colaboración. «El pasado nos sirve para plantearnos y rediseñarnos el futuro». En este contexto defiende la cultura digital porque dice, está aquí para quedarse. Y habla de realidad expansiva y aumentada, de inteligencia artificial, de inmersividad que han llegado para comérselo todo. «Se va a diluir e influir en cualquier propuesta que haga en un museo convencional, en una biblioteca, en un teatro e incluso en los eventos de carácter popular. Influirá en todos los elementos culturales. Si la museología convencional no la incorpora se quedará fuera de juego como algo antiguo y desfasado».
Bombas Gens se convertirá en el tercer centro de artes digitales que gestionan en España junto al Ideal en Barcelona y el MAD (Madrid Artes Digitales) que se ubica en el centro de creación contemporánea Matadero. Es el inicio de un hub de creación y exhibición en el sur de Europa que tienen previsto completar con otros centros en diferentes ciudades.
«Queremos utilizar las nuevas tecnologías para ofrecer contenidos que van desde las exposiciones hasta la música, las artes escénicas, la literatura… y otros conceptos con los que experimentar». En Bombas Gens harán lo que los agentes que están implicados en Valencia puedan desarrollar. «No se trata de crear un centro de exhibición. Hoy en día la batalla es global por eso a través del hub generaremos contenidos de carácter tecnológico y audiovisual de cuarta generación para generar proyectos que viajarán a otros centros en los que se podrá mostrar lo que se produce aquí, en Madrid o en Barcelona, pero con la voluntad
Duart defiende que hay que utilizar la tecnología para experimentar en los museos
Afirma que hay que hacer propuestas que despierten el interés de los jóvenes, «son el futuro»
de internacionalizar».
Todo este proceso empezó hace más de 30 años en Barcelona cuando Artur Duart conoció a otra joven historiadora que se ganaba la vida haciendo visitas escolares para contar la historia de la ciudad en los lugares en que ocurrieron. Era Inma Fontdevilla. Se enamoraron y decidieron continuar juntos en lo personal y con sus proyectos profesionales. Así crearon la empresa que hoy se ha convertido en la más importante de gestión cultural del mundo. Duart la preside y Fontdevilla es la directora de proyectos.