La Razón (Levante)

La Itzulia se va por los suelos

Vingegaard se rompió la clavícula y varias costillas. Roglic y Evenepoel se retiraron

- D. G.

Primoz Roglic levantaba el pulgar al subirse al coche del equipo Bora para indicar que estaba bien. El esloveno, líder de la Itzulia, fue uno de los afectados por la caída multitudin­aria que paralizó la carrera. Él ya se había caído el miércoles, unos raspones sin más consecuenc­ias, pero en la etapa que transcurrí­a entre Etxarri Aranaz y Legutio las consecuenc­ias fueron más graves. Evenepoel se fue recto en una curva a 33 kilómetros de la meta. El corredor que iba detrás de él se fue al suelo y detrás, varios más que salieron por una zona en la que iban a parar a una acequia rodeada de piedras. Ninguno aparenteme­nte tan grave como Jonas Vingegaard. El ganador de los dos últimos Tours se quedó inmóvil y de costado en el suelo mientras las asistencia­s intentaban tranquiliz­arlo antes de la evacuación. Lo sacaron en camilla, con un collarín y con oxígeno para meterlo en la ambulancia que lo trasladó al hospital de Txagorritx­u, en Vitoria. «Jonas está consciente. Los exámenes en el hospital han revelado que tiene una rotura de clavícula y varias costillas rotas. Se quedará en el hospital por precaución », decía en sus canales el equipo Visma.

«La caída nos tiene que hacer reflexiona­r a los propios ciclistas, que somos los que creamos el peligro. Todos los líderes con todos sus compañeros no entramos delante y habrá que replantear­se la manera de competir», aseguraba Pello Bilbao. «Hemos perdido el atractivo de la carrera, ahora no podré medirme a estos grandes corredores que se han tenido que retirar hoy», aseguraba Ayuso. «Ha sido una caída muy dura, yo iba por el interior y me pude librar. Vi rodar a mi compañero Jay Vine. Una pena lo que ha ocurrido», añadía.

Remco Evenepoel tampoco pudo seguir en carrera. En la caída pareció sufrir una fractura de clavícula. Se puso en pie, pero llevaba el brazo derecho inmoviliza­do. Roglic cojeaba, pero no parecía tener daños demasiado graves, a pesar de que tampoco pudo continuar en competició­n. Jay Vine, el compañero de Ayuso en el UAE, permanecía inmóvil en la acequia mientras los sanitarios intentaban sacarlo.

La victoria fue para Meintjes. Solo se permitió luchar por la victoria a los seis escapados.

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