La Razón (Levante)

Escribano, de la tragedia a la gloria con Victorino y en dos horas

► Gran dimensión de Borja Jiménez en una tarde de plenitud y valor en Sevilla

- Patricia Navarro. SEVILLA

LaLa tarde era conocida y reconocida por la gesta de Roca Rey. Era su primera vez: se estrenaba con los de Victorino Martín. Y quedaba claro que no era cualquier cosa cuando Manuel Escribano, que tiene el carnet de torero con la carrera hecha con los cárdenosen­lasbuenasy­lasmalas,cayó heridodefo­rmaseriana­damásempez­ar la tarde. Qué mal cuerpo. Eso esVictorin­o.Unvolcánen­erupción que te lleva a lo mejor y lo peor. Escribano se fue a portagayol­a, como siempre y como nunca. La vida en un ruedo es empezar cada día con la mirada limpia, con el valor íntegro.Poresoesos­piestiembl­ansiempre con la misma intensidad. Bien sabe lo que viene después. Y en este caso vino, le sobrevino el huracán

de unas embestidas de las que no pudo zafarse, le hizo presa y lo hirió. Era tan patente, que la imagen que dolía fue ver la sangre del torero en el afilado pitón derecho del toro. Estoestamb­iénlatauro­maquia.Por eso el terreno del albero es para tan pocos y la diminuta distancia que separadelo­stendidose­sunabismo insalvable para la mayoría. Se lo llevaron a la enfermería y la joya fue a parar a las manos de Borja Jiménez, que estuvo enorme con él. Por la derecha no tuvo ni uno y por el zurdo había que atravesar un infierno. El sevillano estaba dispuesto a transitarl­o. Mucho mérito tuvo. Solidez su labor, sin fisuras. Y verdad. Dignísimo.

Bueno fue el quite que hizo después al segundo por delantales. Era el toro de Roca. El primero de su vida. Nofuedelos­peores,perotampoc­o tuvo el ritmo de los toros a los que está acostumbra­do y estos animales, animales, rápidos y audaces, tienen unas teclas muy claras y otras que le son adversas. No se le vio a gusto a Roca.

Cumbre estuvo Borja Jiménez con el tercero. Su mejor versión, la que vimos en Madrid, pero con un toraco de Victorino, que fue encastado,parabueno,peroconese­punto de exigencia que da la casa, y de importanci­a. Jiménez lo gozó de principio a fin con una faena plena de rotundidad, de sello, de encuentro,deafinidad­coneltoro,dequerer hacerlasco­sasbienysa­berhacerla­s. Relajo, cercanía, temple, poder y entrega en una faena inspirada y emocionant­e. Se fue derecho tras la espada aunque cayera punto tendida y dilatara la muerte. Gran toro y gran faena.

Con un quite por delantales conectó Roca Rey con el cuarto. Borja hizo uno por chicuelina­s, que fue más intento, pero a las claras no era el quite. Toros tan listos no lo agradecen, y si es de un compañero, menos. Roca redujo sus propias revolucion­es para centrarse con el victorino, que iba y venía con el fuelle justo y dejó una faena larga, ciñéndose cada vez con el animal y templado.

La tarde importante de Borja no se quedó aquí. En el quinto tuvo un arrojo descomunal para irse a portagayol­a. Obviamos lo que es irse a la puertadech­iquerosene­staplaza, que son inmensos. El toro hizo lo mismo que el primero: salir despistado y barbear tablas. Miedo. La larga salió limpia, pero luego lo apretó hasta quitarle la capa. Dos o tres veces lo dejó sin muleta en el comienzo de faena. Después tragó mucho, porque logró sacarle muletazos con mérito, pero cada uno de ellosfueun­roboconmon­edaalaire. Valentísim­o.

Alsextovol­vióalruedo­Escribano como si fuera apertura y cierre de espectácul­o. Un mundo había ocurrido entre tanto. Queda claro que son universo aparte, pero fuera de toda lógica es que se volviera a ir a la puerta de toriles. Solo se entiende con el corazón. El destino hizo que tuviera que esperar postrado de rodillasca­silosdosmi­nutos.Detragedia. La emoción fue un manantial incontenib­leenloslan­cesquevini­eron después, donde hacía un par de horashabía­sidoherido.Banderille­ó con dificultad y la faena fue heroica, porque el toro exigió una barbaridad y Escribano no volvió la cara nunca. En el centro del ruedo, con la verdad, dándole ese mismo muslo que tenía recién cosido en honor del toreo. Borbotones de entrega y emoción. Menuda tarde.

 ?? EFE ?? Manuel Escribano, cogido de manera espectacul­ar por el primero de la tarde, ayer en Sevilla
EFE Manuel Escribano, cogido de manera espectacul­ar por el primero de la tarde, ayer en Sevilla

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