El Palau de la Música inicia su nueva remodelación
► Las obras subsanarán los desperfectos que quedaban tras las obras anteriores
El Palau de la Música de Valencia empieza la remodelación necesaria tras la auditoría técnica que ha detectado desperfectos, pese a la reforma del gobierno anterior y a haber estado cuatro años cerrado, con el objetivo de estar «niquelado» para 2026, cuando cumple su 40 aniversario, o puede que en 2027.
Así lo señaló ayer el director del auditorio valenciano, Vicent Llimerá, quien indicó que el conjunto total de actuaciones asciende a un importe de 6,4 millones y que «lo más importante» es que se hará en fases entre 2025 y 2026 y que se aprovecharán los periodos vacacionales «para no interrumpir la programación y no tener que cerrar».
Llimerá compareció junto al concejal de Cultura del Ayuntamiento de Valencia y presidente del Palau, José Luis Moreno, quien incidió en que cuando acabe la reforma en dos años, el edificio no necesitará grandes inversiones «durante una buena temporada; solo el mantenimiento necesario para su funcionamiento».
El director del Palau lamentó que el anterior gobierno no acometiera estos desperfectos en su reforma anterior, pues «solo se actuó sobre lo licitado», a pesar de que desde 2022 se sabía que había filtraciones «y no se hizo nada». «Si se hubiera hecho antes la auditoría, hubiera sido más económico», sostuvo.
Explicó que cada fase tendrá su licitación hasta completar toda la remodelación necesaria, entre ellas, y la más grande por un importe de 1,5 millones, la de eliminación de las filtraciones e inundaciones, cuyo proyecto estará este año para poder acometerla durante 2025.
Llimerá también detalló que se impermeabilizará la cubierta -sin afectar a la programación-, se actuará en la estanqueidad de los ascensores y en la plataforma del escenario o el sistema de gestión de las instalaciones.
Además, se acometerán otras «actuaciones puntuales», como la ampliación del escenario de la Sala Iturbi y la mejora de su acústica, la adecuación de la sala de ensayos del sótano, mejora en los aseos y las barras de la cafetería, la adecuación del Hall de Bambús como sala de ensayo o la instalación climática.
«Vamos a actuar para dejar el Palau niquelado», afirmó Llimerá, quien destacó que «lo último será la reurbanización del entorno», que confía que pueda estar hecha en 2026 «o podría alargarse a 2027», según cómo se desarrollen las obras de los dos próximos años.
Según Llimerá, el resultado de la auditoría permite «saber y cuantificar el alcance de las obras» para poder subsanar, sobre todo, «los problemas básicos de las filtraciones de agua cada vez que llueve, tanto en el edificio adyacente -administración, servicios y salas de ensayoscomo en el principal».