Un perro de peluche para amortiguar el shock a los niños en los accidentes
► Los bomberos de Alicante crean el muñeco para atraer la atención de los menores en situaciones de rescate
Es un perrito, de raza pastor belga, y aún no se ha desvelado su nombre. Es de peluche y viste de amarillo, el traje que usan los bomberos en caso de intervención de este cuerpo de seguridad, o de azul, el uniforme ordinario. Pero ni mucho menos es un perrito de peluche al uso ya que, ha sido diseñado y concebido para atender a niños de 4 a 12 años en situaciones como, por ejemplo, un accidente de tráfico o un incendio. Su fin es captar su atención ante una tragedia y abstraerles, a través del juguete, del impacto emocional que sufren para que así los bomberos puedan realizar mejor sus trabajo de rescate. Y de paso se intenta que el drama sea menos drama para los niños que, al fin y al cabo, no tienen los recursos emocionales de los adultos.
Por su puesto se pretende calmar los nervios de los menores cuando ellos y, muchas veces también sus familias, tienen que ser rescatados en una catástrofe, enfrentándose a momentos como, por ejemplo, la pérdida de sus progenitores.
El peluche se presentó ayer en sociedad, y por todo lo alto, en la Diputación de Alicante y es fruto de la colaboración del Consorcio Provincial de Bomberos y el Instituto Tecnológico de Producto Infantil y Ocio, AIJU, y la Fundación Crecer Jugando, y de momento se han fabricado 900 ejemplares. «Esperemos no tener que usarlos», comentó en el acto el inspector jefe del Consorcio Provincial, Pepe Rubio, en alusión a los ejemplares del muñeco. «Cada vez que atendemos a menores en una intervención no se nos olvida fácilmente», agregó.
Al proyecto, que es pionero en España, se han destinado 18.000 euros, tal y como se explicó en el acto. Toda idea tiene un origen y esta surge de la propia experiencia; de ahí que el perro sea un pastor, raza con la que trabajan en los rescates, y que vaya vestido como ellos. «A raíz de nuestras intervenciones con víctimas menores comprobamos cómo están en shock y no nos prestan atención», agregó Rubio para añadir que la «idea es que focalicen su atención en el objeto y así poder atenderles». Y citó como ejemplo un incendio en el que, si rescatan a menores, los sentarían, en un lugar seguro y les darían el perrito de peluche.
Por su parte, el presidente de la institución provincial, Toni Pérez, indicó que «la iniciativa, en la que se ha estado trabajando en los últimos tres años, surge de la amplia experiencia de nuestros efectivos en este ámbito y con el fin de desviar la atención de los niños para minimizar, en la medida de los posible, el shock, el estrés o la ansiedad que les puede producir una situación de emergencia».
Para el diseño del perro de peluche se han tenido en cuenta diversos factores como, por ejemplo, que fuera una figura atractiva, que tuviera una textura y un tamaño específicos que facilitasen el abrazo como elemento de expresión corporal de las emociones y que, por supuesto, estuviera asociada a la labor que desempeñan los bomberos. «Por ello, y porque está relacionado con los canes de rescate que tenemos en nuestra unidad, hemos elegido este perro», señaló Rubio, quien ha añadido que «además, hemos decidido vestirlo con nuestro uniforme».