EL NUEVO JEFE DE ALONSO Y SUS RECORTES
DAVIDE BRIVIO LLEGA A ALPINE F1 AVALADO POR SUS ÉXITOS RECIENTES EN MOTOGP CON EL MODESTO EQUIPO SUZUKI
LaLa Fórmula Uno se prepara desde hace unos meses para bajar a la tierra, para alejarse de unos presupuestos irreales y convertirse en un deporte más razonable desde el punto de vista financiero. El límite de gasto, establecido en 133 millones de euros anuales, obligará a algunos equipos a «apretarse más el cinturón» y otros seguirán como hasta ahora. Gestionar cada euro será un arte en una industria que está acostumbrada a invertir a lo grande, algo que repercute en innovación y tecnología. Un activo que la F-1 siempre tendrá. Pero desde este año los directores de las escuderías tendrán que sacar el mismo rendimiento con menos recursos. Por eso, estos días no ha sorprendido mucho el fichaje de Davide Brivio por Alpine F1, la escudería que pertenece a Renault y donde estará como piloto titular Fernando Alonso.
El italiano sustituye en el cargo a Jerome Stoll, que dirigió el equipo desde los despachos y se jubiló recientemente. Siempre ha estado vinculado al mundo de la competición, pero en este caso de las dos ruedas. En MotoGP fue una pieza fundamental en los éxitos de Valentino Rossi en Yamaha y más recientemente en los de Suzuki y el piloto español Joan Mir, campeón del mundo de MotoGP en 2020.
Brivio es conocido en el «paddock» por su capacidad de gestión y mucho más con la labor que ha desarrollado en Suzuki desde 2013, trabajando con un presupuesto bajo y demostrando que se puede triunfar sin tantos alardes económicos. Una filosofía que enamora a cualquier consejero delegado. El paso de las dos a las cuatro ruedas es obra de Luca de Meo, el flamante nuevo presidente de Renault, que está dando la vuelta a la marca francesa en todos los sentidos, desde su división comercial a la vertiente deportiva con el equipo de Fórmula Uno como referencia.
De Meo conoce a Brivio desde su etapa en Abarth, una marca de coches que patrocinaba al equipo Yamaha de Rossi. Procede del mundo de las motos y no tiene experiencia en la F1, pero sabe cómo gestionar un equipo perfectamente y mucho más ahora, que se supone que todos partirán con las mismas limitaciones. Aunque eso sería en teoría, porque escuderías como Ferrari o Mercedes ya están haciendo movimientos para superar ese límite.
Brivio tendrá al lado a Marcin Budkowski, un ingeniero aeronáutico de origen polaco que lleva toda la vida en la F-1. Fue parte muy importante en la aerodinámica de los monoplazas de Ferrari con los que Michael Schumacher logró sus cinco títulos vestido de rojo y posteriormente en McLaren. Se escapó cuando la escudería británica optó por los motores Honda y fue entonces cuando se convirtió en coordinador técnico de la FIA. En 2018 lo fichó Renault y eso cabreó a muchos equipos porque se llevó mucho «conocimiento». En todo este movimiento el polémico Cyril Abiteboul, jefe del equipo hasta ahora, se aleja del día a día de la F-1 para tomar las riendas de la marca Alpine, la filial deportiva de Renault, que de momento cuenta dentro de su gama con un modelo, el A110. Su labor será reflotar el nombre y crear una buena gama de coches deportivos con el soporte de la F-1.
Brivio tiene toda la confianza de De Meo y será él quien lidie con la gestión del equipo. Todo sin haber trabajado nunca en la F-1. Alonso sabe que tendrá como jefe a un buen organizador, aunque el italiano se enfrenta a un reto importante porque las dimensiones de la F-1 y de MotoGP son muy diferentes. Eso sí, el espíritu es el mismo.