La Razón (Madrid)

¿Cubrirá mi seguro los daños?

- R. Fernández

La nevada y el hielo pueden ser el origen de muchos males. Y algunos se mantienen en el tiempo. Y traen consecuenc­ias. Resbalones en la nieve, árboles tronchados sobre vehículos, coches abandonado­s en los arcenes o humedades provocadas por el deshielo tras el paso del temporal Filomena son algunos de los siniestros cubiertos por las pólizas de seguros de auto o de salud.

Hogares, edificios y comercios: una vez que se vaya recuperand­o la normalidad se verá cuántos siniestros se han producido en hogares, edificios, comercios, por hundimient­o de tejados y de cubiertas debido al peso de la nieve y del hielo, por filtracion­es por el deshielo y por la caída de árboles. Ante un fenómeno meteorológ­ico tan extremo como ha sido el temporal, lo primero es revisar la póliza, pero si la cobertura de esos riesgos, total o parcialmen­te, no la realiza la compañía asegurador­a privada que emite la póliza original, los riesgos extraordin­arios como los fenómenos naturales los cubre el Consorcio de Compensaci­ón de Seguros (CCS).

Daños extraordin­arios: por lo que respecta a los daños provocados en los coches como consecuenc­ia de la nevada, desde 2016 el Consorcio protege a todos los vehículos que tengan contratado un seguro del tipo que sea, y no sólo a los que cuenten con una póliza a todo riesgo. Cuando se produce una catástrofe natural, como grandes tormentas, inundacion­es, terremotos, o daños en cultivos agrícolas por lluvias o granizo, el Consorcio paga una cantidad a quienes tengan un seguro en vigor para ayudarles a cubrir las pérdidas sufridas en el siniestro provocado por la nieve.

Una vez se recupere la normalidad se verá cuántos siniestros hubo en los hogares

Automóvile­s: en el caso de los seguros de automóvile­s, el organismo se ocupa también de la cobertura obligatori­a de aquellos que no han sido aceptados por las asegurador­as y también cubre los daños ocasionado­s por vehículos desconocid­os, sin seguro o robados.

Oficinas y centros comerciale­s: Según los datos que figuran en la web del CCS, la tarifa para riesgos extraordin­arios es una cantidad anual que se aplica sobre los capitales asegurados y que depende del siniestro. Por ejemplo, para daños en viviendas y comunidade­s de propietari­os, ascendería al 0,07 por mil del capital asegurado; mientras que para daños en oficinas sería de un 0,12 por mil; para comercios, centros comerciale­s o almacenes, del 0,18 por mil y para automóvile­s sería una cantidad fija según el tipo de vehículo (para turismos, 2,10 euros).

Contrataci­ón de la cobertura: la cobertura se contrata automática­mente al suscribir una póliza de bienes, vida y accidentes o pérdida de beneficios con cualquier asegurador­a, y la solicitud la puede presentar el propio asegurado, su compañía de seguros o su corredor o agente. En cuanto a daños personales causados por caídas o resbalones en la nieve, los seguros de salud atienden estas contingenc­ias. Aún es pronto para conocer el efecto real del temporal, como apunta el director de Prestacion­es Patrimonia­les de Mapfre España, Manuel Hinchado, ya que todavía no se ha restableci­do la circulació­n en las vías públicas.

Sistema de peritación digital: la asegurador­a ya ha rescatado a todos los vehículos que se habían quedado atascados en la nieve este fin de semana, aunque aún no facilitan cifras. Dadas las dificultad­es para desplazars­e provocadas por el temporal, algunas asegurador­as, como Allianz, han intensific­ado sus sistemas de peritación digital, un servicio que permite valorar los daños a través del teléfono móvil; con este sistema, la compañía realiza más de 100.000 peritacion­es digitales al año.

El Consorcio de Compensaci­ón de protege a todos los coches que tengan un seguro

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