Más autoridad para el ya todopoderoso Kim Jong Un
El dictador se intenta equiparar a su abuelo al ostentar la secretaría general del Partido de los Trabajadores y aparta a su hermana
Por si no tuviera el suficiente, ayer Corea del Norte le dio más poder al líder supremo del país. Concretamente, Kim Jong Un fue nombrado secretario general del Partido de los Trabajadores, un cargo que ya ostentaron su padre y su abuelo y que encumbra al dictador aún más alto dentro de un régimen que gira alrededor de su figura. El nombramiento tuvo lugar en la sexta jornada del 8º congreso del Partido y fue hecho público por la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte (KCNA), brazo propagandístico del régimen. En el comunicado de la formación política que lo ratificaba como tal también se podía leer el reconocimiento por su labor liderando las Fuerzas Armadas de la República hacia un «ejército revolucionario invencible» y haber convertido al país «en una potencia militar mundial al lograr con éxito completar la fuerza nuclear estatal». Los expertos coinciden en que el nuevo cargo ayudará a Kim a liderar la nación con un sistema estatal centrado en el partido y le servirá para consolidar su autoridad. Según explicó al diario «The Korea Times» Cheong Seong-chang, miembro del Programa de Asia del Centro Wilson, la reinstauración del puesto de secretario general se ha hecho precisamente con ese fin.
«Bajo las reglas anteriores del partido, adoptadas en el congreso de 2016, un gran número de funcionarios norcoreanos utilizaron títulos de presidente y vicepresidente a varios niveles, por lo que el régimen pudo pensar que estaba reduciendo su autoridad», dijo. Ahora «se está diferenciando al líder de otros funcionarios, ya que es el único secretario general, lo que favorece su gobierno de un solo hombre».
Además, los analistas también apuntan a que el nombramiento busca equipararlo a su abuelo y fundador del régimen más hermético del mundo, Kim Il Sung, quien después de su muerte en 1994 fue nombrado «presidente eterno» del país. Su antecesor, con quien Kim guarda un gran parecido físico, es para el actual líder el ejemplo a seguir y el país no ha dejado de buscar similitudes entre ambos con el fin de traer a la memoria de los norcoreanos aquellos días en los que bajo su mano la nación vivió grandes victorias militares y prosperidad. Más aún cuando la nación atraviesa una crisis económica acuciada por las sanciones internacionales, el cierre prolongado de sus fronteras debido a la pandemia del coronavirus y los tifones del verano pasado, que acabaron con muchas de las cosechas en el país. Precisamente, para algunos analistas, más allá de evocar a su predecesor, la autoridad como secretario general no se verá afianzada hasta que resuelva los problemas económicos y el conflicto abierto con Estados Unidos. Dos asuntos a los que Kim ha hecho alusión a lo largo del congreso. El miércoles, Kim se lamentó en su discurso por el «fracaso» de sus políticas económicas, que habían hecho que «todos los sectores se hayan quedado cortos a la hora de alcanzar sus objetivos». También ha tendido la mano al futuro gobierno del presidente norteamericano, el demócrata Joe Biden, a quien le ha propuesto retomar el diálogo sobre la desnuclearización, al tiempo que le advertía de la posibilidad de retomar las habituales pruebas de armas a las que Pyongyang les tiene acostumbrados.
En ese camino y con el objetivo de tender puentes entre los dos países, el presidente surcoreano, Moon Jae In, afirmó ayer quese reunirá «donde y cuando sea» con representantes norcoreanos para retomar el diálogo y el proceso de paz y desarme nuclear. Habrá que ver si entonces reaparece la hermana de Kim, Kim Yo Jong, quien también jugó un papel clave como mediadora entre las dos Coreas y que, al contrario de lo que muchos esperaban, su nombre no se incluyó en la lista de miembros alternos del buró político del partido. Una ausencia que ha sembrado dudas sobre un posible cambio de su estatus en los niveles más altos del poder.
Quien sí ha logrado un cargo más relevante ha sido Jo Yong Won, que ha sustituido a Pak Pong Ju en el presídium de un buró ahora compartido con el propio Kim Jong Un, Choi Ryong Hae, Ri Pyong Chol y Kim Tok Hun. No obstante, numerosos expertos coinciden en que pese a no haber salido designada, «Kim Yo Jong siempre puede ser nombrada como miembro suplente o miembro de la oficina política cuando Kim decida hacerlo», admite Cheong, investigador principal del Instituto Sejong. Otros incluso especulan con que Corea del Norte cree una nueva agencia y coloque a la «hermanísima» en un puesto clave. Al fin y al cabo, hasta ahora «ella entra y sale de la prominencia y su título tiende a no coincidir con su importancia. Es una confidente y consultora de imagen para su hermano, así como un par de ojos y oídos de confianza incrustados en la élite norcoreana», sentenció Leif-Eric Easley, profesor de la Universidad femenina Ewha en Seúl.