EL HOMBRE QUE LEE EL FUTURO Y NO ACIERTA
Qué extraño debe ser ir en el metro y, en el trayecto, para no aburrirte, mirar el móvil y leer cómo la gente te pone a parir por algo que has dicho hace un rato. Incluso los que están a tu alrededor, pues, aunque con la cabeza agachada y en silencio, le han reconocido. Hasta que el mes de enero salió en la televisión por primera vez, con su característica voz aflautada, sus jerseys, camisas de cuadrados, las cejas, el pelo tal y como se ha quitado el casco de la moto, los ojos, ese algo enjuto rural. En fin, en muy poco tiempo se ha convertido en uno de los personajes públicos más conocidos, y sin embargo puede viajar en metro sin que nadie le moleste, sea acosado, inquerido, preguntado o solicitado para hacerse un selfie... ,lo que dice mucho de este país, para bien. Y eso que Fernando Simón ha dicho cosas para no olvidar. El 31 de enero de 2020, al principio de la pandemia, dijo: «España no va a tener, como mucho, más allá de algún caso diagnosticado». Quién no podía creerle si era el director del Centro de Coordinación de Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, un funcionario que mira el móvil mientras va el metro. Era como nosotros y no nos podía mentir, ni aunque quisiese. Sus previsiones fallaron estrepitosamente: actualmente hay 2,05 millones de fallecidos y 51.874 muertos por coronavirus. Pero exactamente con el mismo tono de voz vuelve a decir que «el impacto de la variante británica, en caso de tener algún impacto, será marginal en nuestro país». ¿Por qué lo sabe? No lo dijo. Se refugió en el personaje entrañable que se ha fabricado, en sus fieles seguidores, sus fans.