La Razón (Madrid)

Aplausos para el «bocado» a la deuda que deja la operación

Las acciones de la compañía se disparan casi un 10%

- R. L. V. -

Una vez completada la operación de venta de sus torres a ATC, la deuda financiera neta del Grupo Telefónica se reducirá aproximada­mente en 4.600 millones de euros y el ratio de apalancami­ento (deuda neta/ OIBDAaL) en aproximada­mente 0,3 veces. La elevada deuda, que llegó en algunos momentos a superar los 50.000 millones de euros, ha sido una de las espadas de Damocles que han amenazado el «rating» de la compañía en un pasado no tan lejano, por lo que su reducción ha sido una de las prioridade­s del equipo directivo que encabeza José María Álvarez-Pallete. Por eso, el bocado que le va a dar a su pasivo la multinacio­nal española con la transacció­n de las torres fue, entre otros, uno de los motivos que llevaron ayer a los inversores a aplaudir con fuerza la operación. Al cierre de la jornada, sus títulos se dispararon un 9,7%, hasta rozar los 4 euros (3,97), una cotización que no alcanzaba desde julio pasado.

Casi todos los analistas destacaron entre las principale­s virtudes de la operación no sólo que Telefónica haya obtenido una valoración por encima de los 19/20 veces el múltiplo de su beneficio bruto (OIBDAaL) en que valoran este tipo de activos sino también el impacto que tendrá sobre la deuda. Máxime, como recordó Banco Sabadell, cuando se trata de «una de las principa

La multinacio­nal ha logrado reducir su pasivo y ahuyentar el fantasma de la bajada de «rating» que le rondó en el pasado

les preocupaci­ones que pesan sobre la compañía». «En general, creemos que es positivo [la venta] porque contribuye a la senda del desapalanc­amiento, que es fundamenta­l desde nuestro punto de vista», destacaron los analistas de Morgan Stanley. «Creemos que es un movimiento relevante dada la cantidad que aportará [a las cuentas de Telefónica] para su desapalanc­amiento», coincidier­on desde Kleper.

Desde que se hizo con las riendas de Telefónica en 2016, Álvarez-Pallete ha acometido diversas operacione­s que han permitido a la compañía reducir de forma paulatina su deuda. A finales de aquel año, el pasivo de la compañía ascendía a 48.595 millones de euros. En septiembre pasado, se había reducido hasta los 36.676 millones. Por el camino quedaron algunas operacione­s frustradas, como la venta de la filial británica, O2, a Hutchison Whampoa por 13.500 millones de euros; venta que la Competenci­a europea tumbó y que, sin embargo, no ha impedido al grupo aligerar de forma paulatina su pesada mochila.

Cotización

Otro de los aspectos por los que Álvarez-Pallete ha mostrado su pesar en los últimos meses ha sido la cotización de la compañía. El presidente de la operadora considera que la acción no refleja el valor real de Telefónica, aunque también está convencido de que si la compañía es capaz de ejecutar su plan de acción, que pasa por más inversión, reducción de deuda y mantenimie­nto de un dividendo atractivo, esto se reflejará en la cotización de la acción. De momento, el hecho de tocar una de estas palancas, la deuda, debería tener un impacto «claro y positivo» en las acciones de la compañía no inferior al 6-7%, según estiman los analistas de Banco Santander.

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