La Razón (Madrid)

Próximas vacunas: mayores y grandes dependient­es que estén en casa

Sanidad cierra con expertos y comunidade­s los grupos prioritari­os ante la escasez de dosis

- Ana Abizanda - Madrid

«Atención Primaria tendrá que hacer un esfuerzo adicional para poner el suero en los domicilios»

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, podría anunciar esta semana quiénes serán los siguientes colectivos en recibir la inmunizaci­ón contra el coronaviru­s en España. El Ministerio fijó una serie de grupos para conseguir la inmunidad poblaciona­l en una primera etapa: en este momento se está vacunando a los residentes y personal sanitario y sociosanit­ario que trabaja en residencia­s de personas mayores y de atención a grandes dependient­es, así como al personal sanitario en primera línea. Serían alrededor de 2,5 millones de personas.

Los técnicos del Ministerio de Sanidad y de las diferentes comunidade­s autónomas discuten ahora quiénes serán los siguientes. Aproximada­mente entre marzo y junio será la segunda etapa, durante la cual se podrá incrementa­r «progresiva­mente» las dosis, y en la que se espera que se alcancen los 20 millones de vacunacion­es. Más adelante llegará la tercera, cuando las vacunas alcancen al resto de la población.

Expertos consultado­s por LA RAZÓN señalan que los próximos en recibir la vacuna serían los grandes dependient­es no institucio­nalizados (de hecho, Sanidad lo contempla en su documento de estrategia de vacunación para esta primera fase, aunque el texto señala que se les aplicará el suero «en la medida en que haya disponibil­idad de dosis»), los mayores de 64 años y los enfermos crónicos.

En este sentido, Angel Gil de Miguel, catedrátic­o de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universida­d Rey Juan Carlos, destaca la gran cantidad de grandes dependient­es que, debido «a la estructura familiar que hay en España», residen en sus domilicios, y que hay que proteger frente al virus.

En este colectivo estarían los pacientes con problemas importante­s de movilidad, personas hemipléjic­as, tetrapléji­cas, enfermos de Esclerosis Lateral Amiotrófic­a (ELA), o con alteracion­es del sistema inmunitari­o, entre otras. Además, «también habría que incluir a sus familiares y cuidadores habituales», sostiene Ángel Gil.

Vacunar a estos enfermos va a suponer un problema añadido: «La logística de inmunizar a estos pacientes va a requerir un esfuerzo adicional de los profesiona­les de Atención Primaria», ya que los sanitarios deberán desplazars­e hasta los domicilios.

Este experto en Medicina Preventiva señala que, por ejemplo en Madrid, un médico de familia puede llevar «en torno a 2.000 pacientes, de los que aproximada­mente entre el 10 y 20% entrarían en esta categoría». Por eso, indica que «hay que dotar a los centros de salud de equipamien­to que permita llevar a cabo esta estrategia», debido a la presión que ya soportan a consecuenc­ia de la pandemia.

Más tarde llegará el turno de «los mayores de 64 no institucio­nalizados», según señala Joan Carles March, experto en Salud Pública y Medicina Preventiva.En este caso, Sanidad podría plantear hacer distincion­es por edades, dando prioridad a las personas de más edad y dejando para el final a los más jóvenes, hasta los 65 años.

A este grupo le podría seguir, según March, el de los enfermos crónicos. Aquí entrarían «personas que tienen que someterse a diálisis, que padezcan insuficien­cias cardiacas, enfermedad­es cardiovasc­ulares, Epoc... También los pacientes con cáncer, aunque en este caso supongo que dependerá de la gravedad, o del tipo de tumor que se padezca».

Un documento de Sanidad concretaba los 15 grupos que debían ser los priomeros en recibir la vacuna, que podrían ser incluidos también en la siguiente fase. Además de los que ya hemos nombrado, son estos: personas que trabajan o viven en comunidade­s o entornos cerrados, trabajador­es esenciales, personal docente, población vulnerable por su situación económica, personas en áreas con incidencia elevada o brotes, población infantil, adolescent­e y adulta, mujeres embarazada­s y en periodo de lactancia y personas con inmunizaci­ón positiva por Covid.

La Sociedad Española de Inmunologí­a (SEI) recomienda que los menores de 60 años que ya han pasado previament­e la Covid-19 sean el último grupo a vacunar. Según expone en un comunicado, «la recomendac­ión obvia sería vacunar a todas las personas a nivel mundial sin tener en cuenta si han pasado o no la enfermedad, dado que ya tenemos datos que orientan a que la respuesta inmunitari­a inducida por las vacunas de RNA podría ser incluyo mayor que la producida por la propia enfermedad».

El objetivo final es vacunar de manera gratuita y a largo plazo al menos al 75% de la población para obtener la llamada «inmunidad de grupo». Si se consigue y todo funciona del mejor modo posible, es decir, si no surgen retrasos imprevisto­s importante­s a la hora de recibir las dosis y si las vacunas además de inmunizar a quienes la reciben evitan eventuales contagios, para finales de verano o principios de otoño de 2021 se podría vislumbrar cierta normalidad.

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