La Razón (Madrid)

Villarejo aseguró que la Policía le pidió investigar en secreto a Pujol

El ex comisario reconoció que el director general, Ignacio Cosidó, rechazó las pesquisas

- Tono Calleja -

El director adjunto operativo Eugenio Pino negó haber permitido al ex mando investigar al ex presidente catalán

El comisario jubilado José Manuel Villarejo aseguró en dos conversaci­ones grabadas que su jefe inmediato, el ex director adjunto operativo (DAO) de la Policía Eugenio Pino, le encargó que llevara a cabo en secreto una investigac­ión a los Pujol. No obstante, reconoció que el entonces director de la Policía, Ignacio Cosidó, no le autorizó a que investigar­a al ex presidente catalán.

«A mí el [ex director general de la Policía, Ignacio] Cosidó me dijo: esto no, mejor que no. Y le dije, una polla, y lo único que ahí [Eugenio] Pino se portó, y cuando salíamos de la reunión me dijo: tira ‘p’alante’, ahora, como te pillen, tronco, estás solo», indica Villarejo el 16 de febrero de 2017 al ex comisario principal Enrique García Castaño.

En otra conversaci­ón, grabada el 15 de febrero de 2017, Villarejo vuelve a explicar, en este caso a un periodista, que Cosidó no le permitió que investigar­a a la familia del ex presidente catalán. «Cuando terminamos la reunión, esa de seguridad, de crisis, que había uno del CNI, [me dijo] no, esto vamos a ir con cautela porque no vaya a afectar a otros problemas. A la salida es cierto que Pino me dice: tira ‘p’alante’, pero como te pillen yo no sé nada. Yo pensé para mí, me toca la polla que me pillen o no me pillen, yo voy hacer mi trabajo», dice el excomisari­o en el audio que obra en poder del juez Manuel García Castellón.

«Tiene cojones, macho», se lamenta también Villarejo ante García Castaño en su conversaci­ón de 16 de febrero de 2017, en la que después sostiene que «si no llega a ser por Vicky [María Victoria Álvarez], no hay causa».

El polémico comisario se refiere en ese pasaje de la conversaci­ón al inicio del denominado «caso Pujol», que se abrió en 2012 gracias a la declaració­n de Victoria Álvarez, la exnovia de Jordi Pujol Ferrusola, el primogénit­o del matrimonio compuesto por el ex presidente catalán Jordi Pujol y Marta Ferrusola, En el inicio de las pesquisas también influyó la denuncia que interpuso el empresario Javier de la Rosa ante la Policía.

En la conversaci­ón del 15 de febrero de 2017 el excomisari­o relata a un informador que él se hizo pasar por periodista «como forma de introducir­me con ella [María Victoria Álvarez]. Me busqué la vida y organicé un tema», reconoce el exmando, que explica que la investigac­ión se inicia «a raíz de la nota mía inicial donde dije la que estaban preparando los pavos [Pujol]».

En otra parte de la grabación Villarejo afirma que encargó a su socio Rafael Redondo ir a Barcelona para hacer gestiones sobre el caso del ex presidente catalán: «Y al final de mes a Rafaelito lo pagaba yo», lamenta el ex mando policial, que después dice que el Ministerio del Interior le debía alrededor de 50.000 euros en fondos reservados.

«Porque claro, tengo informació­n de la polla, de Piqué Vidal, que era abogado de Javier de la Rosa y de toda esta gente, y de Pujol. Piqué Vidal me dio informació­n de la polla, de tal, un tipo en Andorra que era maricón, que era el que le manejaba las cuentas al Pujol, que estaba imputado, ¿te acuerdas? En fin, un zorrón de gente», prosigue Villarejo.

Este comisario reconoce, no obstante, que sus contactos le suministra­ron informació­n de hace varias décadas. «Luego descubrí que no era tan antiguo porque son tan catetos que la misma estructura que ellos tenían desde hacía veinte años la seguían usando. ¿Entiendes? Pero, joder, es Javier de la Rosa el que me cuenta por lo que ahora está imputado su hijo», relata.

En la conversaci­ón con García Castaño, Villarejo dice que incluso llegó a reunirse con el entonces fiscal jefe de Anticorrup­ción, Anticorrup­ción, Antonio Salinas, quien no le hizo caso: «Me dijo que no; que no veía nada». La Fiscalía, tal y como consta en el sumario del «caso Pujol», consideró inicialmen­te que «no procedía la reapertura de las Diligencia­s 132/12 [sobre Pujol] por no tener relación los hechos denunciado­s en ambos escritos» en los que se incluían las denuncias de Álvarez y De la Rosa.

Tampoco el magistrado de la Audiencia Nacional Pablo Ruz accedió a las pretension­es de la Policía, ya que se inhibió en favor del Juzgado de Instrucció­n número 43 de Madrid, que ya había iniciado unas pesquisas sobre injurias contra De la Rosa.

Pero la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ordenó el 15 de enero de 2013 a Pablo Ruz que reabriera las pesquisas, que se habían iniciado tras una «Nota Informativ­a’, de 21 de noviembre de 2012», y que Villarejo presumió de haberla redactado.

Por su parte, el ex director adjunto operativo (DAO) de la Policía Eugenio Pino negó en su declaració­n como imputado haber aprobado la investigac­ión de Villarejo a la familia Pujol. «El señor Villarejo es muy, muy particular y él hace lo que… Yo podría contarle mil cosas [inaudible] pero en un momento determinad­o he tenido conocimien­to [inaudible], por ejemplo: el señor Villarejo iba a ver al señor Jordi Pujol, y yo no me enteraba. Le preguntaba que quién le había dado permiso y me dijo: la superiorid­ad. Villarejo ha hablado con De la Rosa para una serie de asuntos y yo me he enterado que estaba [siendo investigad­o por] la Policía Judicial», respondió Eugenio Pino al juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón.

 ?? EFE ?? El ex presidente catalán Jordi Pujol Soley junto a su mujer Marta Ferrusola Lladó cerca de su domicilio en Barcelona durante un registro policial
EFE El ex presidente catalán Jordi Pujol Soley junto a su mujer Marta Ferrusola Lladó cerca de su domicilio en Barcelona durante un registro policial

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