Disputa contra Illa en el peor momento
Pere Aragonès, candidato por primera vez a la Generalitat, encarna el perfil de gestión que Esquerra busca proyectar en una nueva etapa marcada por su apuesta por una hoja de ruta más pragmática y por huir de polémicas y herencias del pasado. Sin embargo, a ERC la fecha del 14-F le coge a contrapié: los republicanos, en plena disputa con el PSC, son los artífices de la fallida suspensión electoral al ostentar la presidencia en funciones y las carteras más importantes en plena crisis sanitaria y social (Salud o Trabajo). Una desconvocatoria cuestionada por gran parte de la oposición, que la ha calificado de «chapuza» y ha puesto en el punto de mira a ERC y al propio Aragonès. Tras apostar decididamente por una estrategia basada en el diálogo con el Gobierno y en hacer equilibrios con su influencia en el Congreso, los republicanos empiezan a percibir ahora el aliento de sus rivales en las encuestas –con un resultado cada vez más comprimido entre ellos mismos y el PSC de Salvador Illa, al que identifican como principal rival al margen de Junts– y a acusar el desgaste de la pandemia en permanente disputa con JxCat. El hecho de que los comicios no acaben siendo en mayo también les resta margen de maniobra para presionar al Gobierno con los indultos, aunque contarán con Junqueras al poder pedir permisos penitenciarios a partir del segundo día de campaña, un espaldarazo ante Carles Puigdemont. Y es que Pere Aragonès debe lidiar también con JxCat y proyectarse como hombre de gestión y garante del independentismo más posibilista ante la estrategia de confrontación contra el Estado de Laura Borràs.
A favor
Contará con el apoyo de Oriol Junqueras al cumplir una cuarta parte de la condena y poder pedir permisos En contra
El fallido decreto para desconvocar los comicios y los enfrentamientos permanentes con JxCat por la pandemia