Remontada en la adversidad
El Madrid gana tras empezar perdiendo mucho tiempo después. «Hay que poner la cara», dice Zidane
A Zidane le preguntaron por su enfado del día anterior y prefirió responder sobre lo mucho que necesitaba el Real Madrid sumar tres puntos en Huesca. «Era importante, porque todos sabemos las dificultades últimamente», continuaba Zizou, refiriéndose a los ocho futbolistas que no tenía disponibles para el partido. «Queremos volver a tener a los jugadores con nosotros. Y poder luchar con las mismas armas», reconocía. Ocho bajas que pueden ser hasta nueve para el encuentro del martes ante el Getafe, en el partido aplazado de la jornada 1. Volverá Militao tras su sanción, pero el que cumplirá ciclo de amarillas será Kroos. Habrá que ver si los gestos de dolor que hacía Odriozola al ser sustituido dejan a Zizou sin laterales derechos. En El Alcoraz, el francés tuvo tres futbolistas de la primera plantilla en el banquillo y uno era el portero suplente, Lunin.
«No estamos cómodos con la situación. Empezamos regular, pero luego estuvimos bien. Tenemos que volver a jugar con alegría, como es el Real Madrid. Hay que tener paciencia. Poco a poco. Hay que estar contentos con lo que hicimos», continuaba Zidane, que vio a su equipo remontar por primera vez en mucho tiempo después de empezar perdiendo. Desde antes de la pandemia no eran capaces los blancos de ganar tras arrancar con un gol abajo en el marcador. Cádiz, Alavés, Borussia Mönchengladbach, Manchester City, Shakhtar Donetsk y Athletic Club se pusieron por delante del Real Madrid en esta racha y todos acabaron consiguiendo la victoria.
En Huesca el vigente campeón tiró de ese carácter que su entrenador le pedía en la previa para no llevarse otra decepción en el campo del colista, cambiar la dinámica y seguir creyendo. «Nunca es fácil cuando te mete gol el rival. Tuvimos algo de dificultad después de encajar, pero nos sostuvimos con personalidad, sabiendo que se podía cambiar. Es importante ganar de esta manera», cerraba Zidane, que hablaba de poner la cara en este momento complicado, mismo discurso que repitieron Varane y Casemiro. «Este equipo nunca bajará los brazos, esto es largo y queremos más». El enfado de Zizou tuvo el efecto buscado de motivar a su vestuario ante los que desde fuera dudan de que les quede combustible en el tanque.