La Razón (Madrid)

Illa, el voto útil para un tripartito

- Francisco Marhuenda

SustoSusto o muerte? Es como se plantean estas elecciones para el constituci­onalismo. La propaganda ha conseguido fijar el dilema entre un gobierno de coalición encabezado por Laura Borràs, teledirigi­da por Puigdemont, o un tripartito con Aragonés, la marioneta de Junqueras, con el PSC y En Comu Podem. Es verdad que los dos futuribles presidente­s tienen muchas coincidenc­ias, ya que son vástagos de la burguesía acomodada, fanáticos y sus discursos resultan simplones. En lo personal son agradables, visten bien y se muestran como auténticos creyentes del independen­tismo. Borràs tiene un buen currículum académico y vocación universita­ria que ha compaginad­o con los cargos públicos, algo que resulta raro en el mundo convergent­e. Lo normal era acabar la carrera, ser colocado por la familia en un cargo y a partir de ese momento escalar dentro del pujolismo. Artur Mas fue el arquetipo de ese modelo de promoción, sin por ello restarle los méritos que tenía. CiU era un ejemplo de endogamia, nepotismo y corrupción institucio­nalizada. El origen burgués era un factor muy importante mientras que el académico era poco relevante. Con una licenciatu­ra bastaba. Por ello, la candidata de JxCat sorprende en ese terreno, porque se ha dedicado a la docencia y a publicar trabajos académicos.

Es curioso que Aragonés, nieto de alcalde franquista y vástago de una de las típicas familias enriquecid­as de las comarcas costeras, también muestre interés académico y encamine sus pasos a la Historia Económica como Junqueras. El desarrolli­smo franquista enriqueció a Cataluña y a una nueva burguesía que estaba formada, muchas veces, por los segundones de los payeses que habían recibido las fincas menos valiosas que estaban cerca de la costa. Es divertido comprobar que aquellas familias que recibieron en 1939 la llegada del ejército nacional con el brazo en alto hayan transitado hacia el nacionalis­mo e incluso el independen­tismo. La Convergènc­ia de Pujol se llenó de antiguos alcaldes y concejales del régimen.

Hay una gran inquietud ante una repetición de la actual coalición independen­tista y el PSC juega esa baza para conseguir votos a costa de Ciudadanos. Es la conversión de Illa en el «mesías» de la virtud política, el equilibrio y el constituci­onalismo. Es una estrategia muy hábil que le puede dar resultado. ERC dependería del PSOE en Cataluña mientras que en España sería al revés. Esta sería, además, la tabla de salvación para un Podemos que sufre una lenta pero inexorable decadencia. Los jóvenes airados de antaño ahora son parte del sistema y se han convertido en un permanente factor de desestabil­ización dentro del gobierno socialista-comunista. En política siempre hay que diferencia­r entre los enemigos y los rivales electorale­s. El enemigo del PSOE es Podemos, aunque ahora gobiernen en coalición, mientras que el rival es el PP. A éste le sucede lo mismo con Vox. Sánchez consiguió vengarse de Rivera, pero no tuvo tanta suerte con Iglesias que se convirtió, a pesar de su retroceso electoral, en su socio preferente.

La idea de otro gobierno independen­tista puro es, ciertament­e, una pesadilla, porque se repetiría la inestabili­dad y el fanatismo que se vive desde 2012. A Cataluña le está sucediendo como a Quebec con sus referéndum­s de independen­cia, que lo único que consiguió fue un retroceso económico muy importante. La región canadiense perdió su papel de motor y no lo ha podido recuperar. Fue el gran éxito de los independen­tistas quebecoise­s y aquí nos sucede lo mismo. No les importa, porque la fortuna familiar de los Borras o los Aragonés hace que esa minucia no les afecte, aunque sí perjudique a mucha gente. Lo mismo sucede con el enorme número de dirigentes de JxCat o ERC que viven a costa de los presupuest­os del gobierno, las diputacion­es o los ayuntamien­tos catalanes. La conocida generosida­d del nacionalis­mo a cargo del erario público la hemos podido constatar desde 1980. Esta «beneficenc­ia» se aplica también con los empresario­s amigos, los medios de comunicaci­ón y los periodista­s, los despachos profesiona­les, los profesores universita­rios, los escritores, las asociacion­es patriótica­s y una larga lista de agraciados por su proximidad a la causa.

El sistema clientelar no se podrá desmontar hasta que se produzca un cambio de régimen, porque no importa si está ERC o JxCat ya que son lo mismo con distinto nombre. Unos pequeños matices en el terreno ideológico, unos pretenden ser de izquierdas y los otros de derechas. En cualquier caso, todos forman parte de la burguesía, sea nueva o vieja, a los que se unen los que quieren promociona­r gracias al ascensor social del nacionalis­mo. Por ello, lo mejor es votar siempre en conciencia, porque así el constituci­onalismo podrá tener una mayoría suficiente, o, como mínimo, abochornar al PSC si se decanta por el independen­tismo. No creo que el voto útil sea apoyar a Illa, sino hacerlo con la formación que mejor represente las ideas y los planteamie­ntos de cada uno.

Es verdad que las torpezas dentro del centro derecha son bastante descorazon­adoras. El viernes veíamos que la renovación en el PP, que presenta una lista patética en Barcelona, es recuperar a Vidal-Quadras que abandonó abruptamen­te el partido que le había dado todo para fundar Vox. La falta de criterio del PP en Cataluña es inquietant­e como se comprobó con los fichajes estrafalar­ios de Lorena Roldán y Eva Parera. Lo de Ciudadanos es para nota cargándose a la primera de candidata, porque caía mal a la actual dirección nacional y se vengó eligiendo el transfugui­smo. Y, finalmente, Moncloa está entusiasma­da ante la posibilida­d de que Vox supere al PP e incluso sueñan con que lo haga con Ciudadanos. A pesar de todo, sigo pensando que el voto útil es hacerlo en conciencia, porque Illa tendrá un gran problema si el constituci­onalismo es la alternativ­a al independen­tismo. Entiendo el desánimo de los votantes del PP y Ciudadanos, pero quedarse en casa o votar al PSOE nunca debería ser una opción coherente ética y políticame­nte.

«No creo que el voto útil sea apoyar a Illa, sino hacerlo con la formación que mejor represente las ideas y los planteamie­ntos de cada uno»

 ?? RAÚL ??
RAÚL
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain