TAREAS PARA EL MINISTERIO EN 2021 (Y III)
JuntoJunto con la gestión diligente de la vacunación frente a la Covid-19 y la correcta ejecución de los fondos provenientes de Europa para afrontar las consecuencias de la propia pandemia, una tercera cuestión a la que el Gobierno ha de dar prioridad es la puesta en práctica de las propuestas relativas a Sanidad y Salud Pública, economía y Unión Europea consensudas en la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica del Congreso.
En lo que a Sanidad respecta, y aunque han transcurrido seis meses desde que el pleno de la Cámara Baja validó el dictamen de la referida comisión, propuestas de calado para procurar avances en el Sistema Nacional de Salud (SNS) en términos de gobernanza, de ordenación profesional, de atención primaria, salud pública, investigación, política farmacéutica, coordinación sociosanitaria, financiación… financiación… continúan guardadas en un cajón. Son 70 medidas respaldadas por una mayoría de 255 diputados (tres se abstuvieron y 88 votaron en contra) cuya implementación debe ser agilizada por la nueva ministra, Carolina Darias, tanto para mitigar el impacto negativo del SARS-CoV-2, como para dar solución a problemas estructurales del SNS pendientes desde hace años.
Son acciones concretas como la puesta en marcha de una agencia estatal de salud pública y calidad asistencial, la creación de una reserva estratégica de equipamiento de protección y tecnología frente a futuras pandemias, la eliminación de tasas de reposición para acabar con la precariedad laboral, el desarrollo de un plan de digitalización en el primer nivel asistencial, el incremento hasta el 2% del PIB de la inversión en I+D+i, la habilitación de un fondo plurianual de reconstrucción sanitaria que conforman lo más parecido a un Pacto de Estado por la Sanidad –al menos en términos parlamentarios– que ha sido posible consensuar hasta la fecha. Por eso es tan importante que las medidas se apliquen, porque son fruto del diálogo en estos tiempos tan difíciles para el entendimiento político, pero también porque, más allá de la Covid, son los progresos que el SNS y la salud de los españoles necesitan.