Ribera, Morán y Planas lo tienen crudo
El ambiente en el campo se está caldeando por momentos y la tensión sube. Solo las restricciones por la epidemia explican que todavía no haya estallado una oleada de protestas, como la que tuvo lugar el año pasado por estas fechas y que fue la más importante de este siglo. Varios son los factores que han contribuido a ello. El primero es un problema de fondo que viene de lejos: los bajos precios en origen para muchos productos agrarios. Pero también han aparecido algunos nuevos. La decisión anunciada por el Ministerio de Teresa Ribera y Hugo Morán de cambiar la normativa sobre el lobo y prohibir totalmente su caza ha provocado el rechazo del campo y especialmente de los ganaderos de extensivo, que son los más afectados.
Las comunidades autónomas del noroeste, con gobiernos de distinto signo político, han rechazado esta decisión. Los consejeros correspondientes se lo van a dejar claro hoy a Teresa Ribera en una reunión telemática; las organizaciones agrarias harán lo mismo en los próximos días durante un encuentro que mantendrán con Hugo Morán, el secretario de Estado de Medio Ambiente.
Los representantes de los ganaderos ya han mostrado su disconformidad con las declaraciones realizadas por este último en el sentido de que no habrá marcha atrás. Desde las organizaciones consideran que los responsables del Ministerio de Agricultura, con Luis Planas a la cabeza, no han defendido los intereses de los ganaderos en el asunto del lobo.
Otro de los nuevos factores que han provocado el enfado del sector es el último Real Decreto
con las medidas transitorias de la PAC para 2021 y 2022. Hay sendos recortes de las ayudas directas para cada uno de estos años próximos al 2%. Además, Planas ha decidido aplicar la convergencia interna de las ayudas por las bravas, lo que se ha traducido en bajadas significativas para un buen número de beneficiarios, con el consiguiente malestar entre los ganaderos y en Andalucía. Las tres organizaciones agrarias y las cooperativas han firmado una declaración en la que rechazan esta decisión de Planas, al que han pedido que rectifique o que dimita. Además de todo lo anterior, agricultores y ganaderos beneficiarios de las ayudas quieren saber cuánto antes cómo van a quedar los importes en 2022 para planificar y gestionar sus explotaciones.
Todos los factores anteriores, y algunos otros más concretos, como el problema del tabaco, han creado un ambiente de malestar general en el campo próximo al estallido. ¡O Ribera, Morán y Planas dan marcha atrás o se puede liar la mundial!