Calviño anuncia un plan de ayudas directas a empresas
Se permitirán quitas y los bancos serán «parte de la solución»
Calviño negó que el retraso a marzo en la presentación del plan se deba a las mayores exigencias europeas
El Gobierno español espera aprobar en el mes de marzo un paquete de ayudas directas para auxiliar a las empresas en riesgo de quiebra, debido a las restricciones impuestas por el coronavirus. Así lo anunció ayer la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, en unas declaraciones previas a los medios de comunicación antes del encuentro con sus homólogos de la zona euro. La semana pasada, la Comisión Europea pronosticó una oleada de bancarrotas en nuestro país debido al gran peso en nuestro tejido productivo de pequeñas y medianas empresas, si las medidas de apoyo público tocaban a su fin.
Bruselas anunció a finales del mes de enero la extensión del actual régimen de ayudas hasta el 31 de diciembre, con algunas novedades. La Comisión Europea permite, a partir de ahora, que los créditos concedidos con aval público puedan convertirse en ayudas a fondo perdido, con el objetivo de que ese dinero pueda emplearse en procesos de reestructuración y se evite la quiebra de las empresas.
Según explicó Calviño, la Comisión Europea debe ahora dar luz verde al nuevo esquema de ayudas propuesto por España acorde con este nuevo marco. Según avanzó la vicepresidenta económica, este nuevo plan permitirá «la realización de quitas y el uso de otros instrumentos financieros» como prestamos participativos y se espera que los bancos sean «parte de la solución».
A pesar de que España es uno de los países más afectados por la oleada de quiebras, este problema concierne en mayor o menor medida a todos los países europeos y por eso fue abordado ayer en la reunión de los ministros de Economía y Finanzas de los países que comparten la divisa común. Fuentes comunitarias defienden la necesidad de no retirar los estímulos demasiado pronto, pero también alertan del peligro de mantener con vida artificial a negocios que no son viables, las denominadas empresas «zombies». Por su parte, fuentes del Ministerio de Economía español comparten también esta preocupación y Calviño ha señalado que se elegirá dentro de este nuevo esquema de ayudas a las empresas «fundamentalmente viables antes de la llegada de la pandemia».
Además, la vicepresidenta económica también ha anunciado que España enviará a Bruselas su plan de inversiones y reformas para acceder al fondo de reconstrucción europeo en el mes de marzo. Calviño espera que la aprobación de la Comisión Europea se produzca en el mes de junio y ha preferido ser prudente a la hora de vaticinar cuándo llegará el dinero contante y sonante a nuestro país, ya que esto depende el proceso de endeudamiento llevado a cabo por el Ejecutivo comunitario. En el caso de España, el primer anticipo será de 10.000 millones de euros. Calviño ha tranquilizado sobre posibles retrasos, al recordar que España ya ha presupuestado 27.000 millones de euros en sus cuentas para este año, por lo que el despliegue del plan no corre peligro.
¿Exigencias más duras?
La vicepresidenta reconoció que se mantiene abierto el diálogo con las instituciones europeas sobre estos planes de reconstrucción, pero negó tajantemente que Bruselas haya endurecido sus exigencias sobre la reformas de las pensiones y el mercado laboral a cambio de los 140.000 millones de euros entre transferencias a fondo perdido y préstamos.
Los estados de la UE pueden empezar a presentar sus planes desde el 19 de febrero y el plazo expira el 30 de abril. Las reformas de las pensiones y el mercado laboral dividen a los socios de coalición del Gobierno español, a pesar de que Calviño defiende el diálogo con las instituciones comunitarias como «tremendamente constructivo y positivo».