El negocio del ladrillo retrocede a niveles de hace cinco años
La compraventa de viviendas cae casi un 18 % por el confinamiento
El desplome en la compraventa de viviendas como consecuencia de la crisis parece no tener freno. La pérdida de empleos y, por tanto, de ingresos ha derivado en una menor capacidad adquisitiva de los ciudadanos, lo cual se ha materializado también en menores cifras de ventas en sectores económicos clave. Uno de ellos ha sido el ladrillo, que ha visto cómo se ha hundido un 17,7 % el negocio durante el pasado año con respecto a 2019. En números, el decrecimiento fue de 505.467 unidades negociadas a 415.748.
Para encontrar datos parecidos hay que remontarse a 2016, cuando el número de compraventas se situó en 405.385 unidades. El Instituto Nacional de Estadística, encargado de recoger y reflejar estos datos, indicó ayer en su informe de cierre de ejercicio que la anómala situación de 2020 debido a la crisis sanitaria provocó que la evolución de las compraventas fuese dispar en los sucesivos períodos del año.
En los años anteriores a 2020 y posteriores a 2016 las cifras evolucionaron de manera diferente: mientras que en 2019 se produjo una leve bajada del 2,4 %, 2017 y 2018 resultaron ser años positivos en este aspecto, pues se produjeron subidas del 15,4 % y del 10,8%, respectivamente.
Un factor clave para este desplome fue la situación que provocó el estado de alarma, que supuso la hibernación de la actividad. En estos meses, la atención al público en los Registros de la Propiedad se realizó por correo o por teléfono, con todo lo que ello implica en términos de agilización de procesos. Así, el mes de mayo fue el peor en cuanto a registro de compraventas, con una caída del 53,7 % respecto a 2019.
De todas las viviendas transmitidas por compraventa en 2020, el 9% fueron protegidas, mientras que el 91% restante fueron libres. En comparación, el decrecimiento de las primeras fue de un 17,3%, mientras que el de protegidas lo hizo en un 22,4 %. Algo similar ocurrió con la «edad» de las viviendas: el 19,9% de estas fueron nuevas, mientras que el 80,1% restante eran de segunda mano. Así pues, el bajón de las primeras se ubicó en un 11,2%; el de las segundas, un 19,2%. Las regiones más turísticas, Baleares (–23,2%), Comunidad Valenciana (–22,1 %) y Canarias (–21,9 %) registraron los mayores descensos.
El mes de mayo fue el peor en el registro de actividad inmobiliaria, con una caída del 53,7%, según el INE