La Razón (Madrid)

El rigor de laSexta dobla en audiencia al «circo» de La1

La televisión pública, en crisis, olvida la ética informativ­a en la noche que reafirmó a «Al Rojo Vivo» como líder

- Rodrigo Carrrasco-Madrid

El resultado que siempre se repite en la noche electoral es el triunfo de laSexta. El programa especial de «Al Rojo Vivo», el pasado domingo «Objetivo Cataluña», lleva años consolidán­dose como la opción predilecta para seguir la actualidad de cada jornada electoral. El domingo lo volvieron a hacer. Se podría catalogar de «tiranía» el dominio de este bloque informativ­o sobre el resto de la parrilla durante la celebració­n de la democracia, incluidos los canales públicos. Con el «pactómetro» echando humo, el programa se trasladó de una sede a otra encadenand­o conexiones en directo con objetivida­d, dando absoluta prioridad a la informació­n. Y es que la clave de su éxito no es otra que contar y analizar lo que está pasando.

Mientras, la televisión pública organizaba una tertulia sin sentido, donde Pilar Rahola se dedicó a buscar las cosquillas a Javier Sardá. RTVE, que sumó otro independen­tista más a su mesa, respondió así a su obsesión de dar voz a cualquier corriente de opinión, olvidando en cambio la ética y esencia periodísti­ca. Este «circo» acabó en el peor resultado histórico de La1 en audiencia acumulada diaria (6,4%), dando una aplastante victoria para laSexta sin precedente­s. El canal de Atresmedia (1.820.000 espectador­es y 10% de cuota) duplicó prácticame­nte los 998.000 y 5,5% de cuota que la cadena pública obtuvo en esa franja. Esto supone un descalabro histórico para RTVE. Pero laSexta, sigue sin pausa como líder. En esa misma jornada conquistó su mejor do mingo de la temporada y su mejor domingo desde abril con un 7% de cuota, subiendo hasta el 9,4% en el Prime Time y registrand­o el máximo de la temporada. Fue su mejor dato desde marzo del pasado año, en pleno confinamie­nto.

Por su parte, la televisión pública sigue sumida en una crisis de credibilid­ad apabullant­e. RTVE, y en particular La1, llevan encadenand­o polémica con polémica las últimas semanas. Tanto en la jornada de ayer como en el anuncio de la Casa Real de que la Princesa de Asturias seguirá formándose en el extranjero, las dos coberturas más importante­s de la semana, RTVE se ha estrellado estrepitos­amente. Tanto con el lamentable rótulo en el que se regodeaban de la salida de España de Don Juan Carlos, como en su cobertura «especial» de la noche electoral, donde no faltaron las reivindica­ciones de independen­tismo ni los debates absurdos. Pero además, unas declaracio­nes del independen­tista Bernat Dedéu sobre el diputado de VOX Ignacio Garriga han desatado la indignació­n en redes sociales. En ellas, Bernat calificaba a Garriga de «negro de extrema derecha», después de justificar­se diciendo que decir «individuo racializad­o» es cursi y que él prefiere dirigirse a él por el término «negro».

RTVE se muestra, sin complejos, como un brazo del poder gubernamen­tal, sin independen­cia ni objetivida­d, faltando así a uno de los valores fundamenta­les de nuestra Constituci­ón. RTVE está envuelta en una nube de desconfian­za de la que difícilmen­te se va a poder librar, porque la mancha de la desinforma­ción persigue para siempre. Por ello, no resultan extrañas las especulaci­ones sobre despidos, dimisiones y elusiones de responsabi­lidades por parte de sus máximos dirigentes, como son Rosa María Mateo y Enric Hernández. Lo más triste es que se haya hablado más de los boicots que sufrió RTVE en dos de sus instalacio­nes en Lleida y en Girona, que de su cobertura informativ­a.

 ??  ?? Antonio Ferreras durante el especial del pasado domingo
Antonio Ferreras durante el especial del pasado domingo

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain