Plan de hasta 3.000 bajas voluntarias en El Corte Inglés
La medida se aplicará exclusivamente en la plantilla de los grandes almacenes
El Corte Inglés prepara un importante ajuste de su plantilla. La dirección de la compañía va a presentar hoy a los sindicatos con representación en el comité de empresa (Fasga, Fetico, UGT y CCOO) un plan de bajas voluntarias que afectará a un máximo de 3.000 empleados de sus grandes almacenes -no del grupo al completo-, según confirmaron ayer a este periódico fuentes conocedoras del asunto. La decisión afectará a más de un 4% de la plantilla de esta división de la compañía, integrada por unos 63.000 trabajadores. El deseo del grupo de distribución es que el ajuste se produzca mediante bajas incentivadas, prejubilaciones o salidas pactadas.
El objetivo de la empresa con este movimiento es «adaptar la compañía a las nuevas circunstancias y ordenar los recursos de la empresa a las necesidades actuales», según añadieron las mismas fuentes. Las condiciones y los detalles del plan, que estará dirigido a todos los trabajadores fijos de sus grandes almacenes, serán acordados por una comisión negociadora que formarán en los próximos días representantes de la compañía y de los sindicatos.
El Corte Inglés ya se acogió en marzo de 2020 a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por causa de fuerza mayor para un total de 25.900 empleados. Tras decretar el Gobierno el estado de alarma para frenar la expansión del coronavirus, los comercios no esenciales tuvieron que echar el cierre durante varias semanas, lo que propició que muchas compañías se acogieran a estos ERTE como medida para salvaguardar el empleo en tales circunstancias. El expediente de El Corte Inglés afectó al 29% de los 90.000 empleados que la compañía tiene en plantilla. Ya en noviembre, la compañía también recurrió a la misma medida en Cataluña, Asturias y Castilla y León, comunidades en las que la tercera ola del coronavirus llevó a sus respectivos gobiernos al cierre del comercio, excepto el esencial.
Resultados al alza
Como consecuencia de las restricciones introducidas para combatir la pandemia, El Corte Inglés perdió entre marzo y mayo pasados 510 millones. No obstante, el grupo logró entre junio y agosto remontar parte de los malos resultados que registró en el trimestre anterior, que abarcó los meses más duros de la primera oleada del coronavirus y que incluyeron varias semanas de confinamiento. Durante su segundo trimestre fiscal (de junio a agosto) la compañía alcanzó un ebitda -beneficio bruto- positivo de 64 millones de euros gracias a la reapertura de tiendas y a la venta online. La cifra de negocio consolidada durante este periodo se situó en 2.817 millones, con un beneficio bruto de 811 millones de euros.
Durante el confinamiento, la compañía logró un importante incremento de sus ventas online, canal en el que ahora quiere poner gran énfasis para recuperar los niveles de facturación que tenía antes del coronavirus. Para ello, ha puesto en marcha iniciativas como su tarifa plana para las compras digitales y una nueva aplicación que, según la compañía, «fusiona los mundos online y offline de forma complementaria, dando lugar a nuevas sinergias que aprovechan todas las ventajas de cada uno de ellos».