Los límites al alquiler disparan los precios en las ciudades cercanas
El sistema que exige Podemos ha provocado en Alemania que el coste se dispare hasta un 12% en localidades próximas a Berlín
No hay ningún estudio que diga que el control de los precios de los alquileres tenga un impacto positivo, decía hace unos días José García Montalvo, catedrático de Economía de la Universidad Pompeu Fabra y experto en el sector inmobiliario en un foro especializado. Lo que sí concluyen casi todos estos análisis es en los efectos negativos que está teniendo para el mercado del alquiler en aquellas ciudades en los que se aplica. Pero también en otras en las que no. Porque la experiencia experiencia de Berlín está demostrando que sus efectos perniciosos se están trasladando a las ciudades cercanas a la capital germana, según pone de manifiesto un reciente estudio de la Vienna University of Economics and Business.
El pasado 31 de enero, el Parlamento berlinés aprobó congelar los alquileres durante cinco años y establecer, además, un tope al precio de la vivienda de arrendamiento de 9,80 euros por metro cuadrado para inmuebles listos para ser habitados antes de 2014. Ya en agosto, un análisis realizado por el portal inmobiliario Immoscout24 para la publicación «Wirtschaftswoche», puso de manifiesto lo que muchas expertos advierten: que el control de precios reduce la oferta. En el caso berlinés, en un 25%. Además, propició que el número de viviendas a la venta se incrementase hasta entonces un 38,8%, pues ante la imposibilidad de alquilar al precio deseado, el movimiento de muchos propietarios fue ponerlas directamente en venta.
Todos estos efectos han vuelto a ser puestos de manifiesto en el informe de la universidad vienesa, que, además, ha detectado otra consecuencia: una importante escalada de los precios en las ciudades cercanas a Berlín. Según sus datos, en los municipios de Märkisch-Oderland y Postdam los precios de las rentas han subido un 12% y un 9%, respectivamente. Ante la contracción del mercado berlinés, los inquilinos buscan vivienda en ciudades cercanas, lo que está presionando sus precios al alza.
El estudio también revela que, lejos de facilitarles el acceso a una vivienda a los que más difícil lo tienen, lo que el control de precios hace es complicárselo. El «efecto secundario no deseado» de la reducción de la oferta «dificulta la flexibilidad y adaptabilidad del inquilino. En particular, los recién llegados y los jóvenes que alquilan por primera vez se enfrentarán a obstáculos para encontrar un lugar adecuado para vivir», advierte.
El análisis concluye advirtiendo que «las rigurosas restricciones de precios parecen ser miopes si vienen sin estrategias complementarias para aumentar la oferta de alquiler». Porque, como en España, en Berlín también falta oferta que posibilite una rebaja de los precios.