La Razón (Madrid)

El derecho a la salud

- Alberto Giménez Artés A. Giménez Artés. Pres. de la Fundación Economía y Salud

Los derechos fundamenta­les a la libertad y el derecho a la vida de los que habla también nuestra Constituci­ón no son ajenos al derecho de las personas a la protección de la salud. El derecho a ella no es un fin en sí mismo, es un medio que permite el desarrollo de la persona, el uso de su libertad y su capacidad de relacionar­se con los demás, el de poder llevar a cabo proyectos vitales que serían muy difíciles o de imposible realizació­n en situacione­s de ausencia de salud, de enfermedad­es graves o de no tener cubiertas las necesidade­s básicas. Una vida sin libertad es una vida que no merece la pena ser vivida, pero sin salud no hay vida ni posibilida­des de ejercicio efectivo de la libertad. Estamos, por tanto, ante un derecho básico.

Por otra parte, no debemos olvidar que todo derecho incorpora también deberes y obligacion­es. En el caso del derecho a la salud encontramo­s como deber personal el del autocuidad­o, el de procurarse a sí mismo el mejor estado de salud y no solo por pura coherencia, sino por contribuir a unas mejores y mayores posibilida­des de ejercicio del derecho, asegurando la sostenibil­idad del Sistema.

Acaban de publicarse los resultados del año 2019 por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social donde se nos informa de que durante ese año el gasto en Sanidad se elevó al 6%, es decir, unos 75.000 millones de euros, lo que representa un gasto per cápita de 1.600 euros, aproximada­mente. La cifra es insuficien­te. Si queremos acercarnos a la media europea necesitarí­amos, al menos, un punto más, siempre y cuando la sanidad privada mantenga su gasto en el 3%. Pero no solamente debemos gastar más, sino también mejor.

No tiene sentido que de todo el gasto sólo un 1% lo hayamos dedicado a la promociónd­ela salud y políticasd­e Salud Pública. Por otra parte, el gasto de personal se ha elevado a casi un 50%. Un gasto de personal que hay que analizar con detenimien­to, porque si bien es verdad que debemos incrementa­r los sueldos de nuestros profesiona­les, debemos igualmente bajar un nivel de absentismo desproporc­ionado, mejorando la gestión y la motivación. Por cierto, es preciso destacar el enorme esfuerzo, digno del mayor elogio, que han hecho y están haciendo estos profesiona­les durante las circunstan­cias extraordin­arias que ha originado la pandemia que estamos sufriendo.

El gasto en sanidad es de 1.600 euros por español al año, una cifra insuficien­te si queremos acercarnos a la media europea

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain