La Razón (Madrid)

Oh, Boris Izaguirre descubre la importanci­a del culo del presidente

- Jesús Amilibia

Las opiniones son como los culos: todo el mundo tiene uno. A Boris Izaguirre, que tiene opinión y trasero, le cabe el honor de haber descubiert­o la importanci­a del culo del presidente, cuestión nada baladí. Escribe Boris en «El país» comentando una foto de espaldas de Sánchez: «Tiene una espalda y cintura en forma triangular que contribuye a cambiar el paradigma sobre el culo masculino: también retrata, también hay que presentarl­o bien y con el respeto que merece». Cambiar el paradigma del culo masculino es un hito histórico que convendría resaltar, y no sé a qué espera

Iván Redondo para organizar una campaña de exaltación del nalgatorio presidenci­al con inclusión de grandes fotos del mismo por toda España junto al toro de Osborne. Si Albert Rivera se fotografió en pelota picada, Él, sabedor ahora de la transcende­ncia de su traspuntín, debería fotografia­rse con el culo al aire. Aparte de su gran aceptación entre el mujerío y el colectivo gay, queer y trans, no hay duda de que pondría una nota de originalid­ad en el panorama. Se acusó de sexismo a aquella célebre foto de espaldas de la Reina Letizia y la entonces primera dama francesa

Carla Bruni en las escaleras de la Zarzuela: sus ajustadas faldas remarcaron dos gloriosos y regios pompis, entonces sin paragón en toda la UE. En el caso que nos ocupa, ni Irene Montero ni tan siquiera Beatriz Gimeno se atreverían a calificar de sexista la exhibición culera del presidente. Al contrario: dirían que es ejemplo de firme postura antimachis­ta y modélica repulsa del heteropatr­iarcado vía anal, amén de gran apoyo a la Ley de Libertad Sexual. Las carrozas del Orgullo Gay se iluminaría­n con la foto del ilustre tafanario y hasta Almodóvar gritaría en esta ocasión: «¡Pedrooooo!».

Pero hasta los culos paradigmát­icos buscan otros como dianas. Sánchez ya sentenció, cual profeta de los sans-culottes, que Ayuso se va a echar en brazos de la ultraderec­ha. Pobre Isabel: Pablo la envía a la cárcel y Pedro al Monasterio. Gabilondo la arroja a los de Puigdemont: «Crea una suerte de independen­tismodeder­echasmadri­leño». MAR debería recordarle a Isabel la frase de Churchill: «Cuando hablan mal a mis espaldas, mi culo contemplan». No es el de Bruni, pero también es presidenci­al.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain