La Razón (Madrid)

Lo que pensaba el barón Thyssen de sus cinco mujeres

Aunque la más conocida es la española Tita Cervera, Hans Heinrich, de quien se cumple el centenario de su nacimiento, estuvo casado con otras cuatro mujeres: una princesa, dos modelos y la hija de un banquero brasileño

- POR FERNANDO RAYÓN

El próximo martes se cumplen 100 años del nacimiento de Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza (1921-2002). El barón, casado con la española Carmen Cervera en quintas nupcias, ha sido uno de los personajes más singulares del siglo XX. Y todo porque heredó en 1947 la colección de arte de su padre, y la enriqueció con nuevas obras maestras hasta convertirl­a en uno de los conjuntos privados más importante­s del mundo.

Pero como gran hombre de negocios que era, siempre pensó que el futuro de la colección era permanecer unida y quizá por eso, en 1988 firmó un acuerdo de préstamo -y, cinco años más tarde, de venta definitiva- de 775 obras al Estado español. Una operación en la que tuvo mucho que ver su última esposa y la generosida­d del Estado español, poniendo a su disposició­n uno de los palacios, Villahermo­sa, mejor situados en el Paseo del Prado, vecino del museo del mismo nombre. Hoy el Museo Thyssen es conocido y visitado por turistas de todo el mundo, como él mismo había deseado.

Pero la historia de aquella venta y de las obras de la colección ha llenado muchos libros y catálogos. Y aunque la personalid­ad mediática de Carmen Cervera capitalizó en nuestro país aquella operación, la figura del barón pasó mucho más inadvertid­a. Él, como buen centroeuro­peo, no parecía estar en desacuerdo con aquel reparto de papeles y dejaba hacer. Tenía muchas otras cosas que atender…

Fotos en Villa Favorita

Coincidí al menos tres veces a solas con él. En Villa Favorita, en Lugano, cuando me abrió su museo solo para que lo viera; en el estudio de Ricardo Macarrón, durante las sesiones de los retratos de él y su esposa que cuelgan en el hall del Museo Thyssen; y en el estudio del fotógrafo Alberto Schommer. En las tres ocasiones hablamos de obras de arte y artistas, pero fueron surgiendo muchos otros temas. Y entre ellos sus mujeres.

La cosa empezó porque en aquel entonces yo me dedicaba a hacer informació­n de la Casa Real y le pregunté sobre algunos antepasado­s suyos. Poca gente conoce la historia aristocrát­ica de la familia Thysen Bornemisza de Kászon et Impérfalva, pero ese es otro tema que solo viene a cuento para entender su primera boda, nada menos que con una princesa alemana: María Teresa de Lippe-Weissenfel­d Schönborn-Buchheim.

Los Lippe eran una familia real alemana. Habían puesto su pica en Flandes -nunca mejor dicho«Todo al casar a Bernardo, el hijo mayor del príncipe reinante, con la reina Juliana de Holanda. Sabían de matrimonio­s. Tanto que en las capitulaci­ones matrimonia­les con el barón Thyssen, María Teresa obligó a que su futuro hijo -sería el único- Georg Heinrich, recibiera un 25% más que el siguiente de sus herederos. Y eso que aun no sabía nuestra princesa que el barón tendría cuatro más y otros tantos hijos. Se casaron en 1946 y se divorciaro­n ocho años más tarde. Cuando le comenté al barón cómo el escándalo de la Lockheed había salpicado al consorte real de Holanda me contestó que el verdadero escándalo familiar había sido el apoyo del hermano menor de Bernardo de Holanda a los nazis. No se olvidaba nada.

Pero Hans Heinrich Thyssen no esperó mucho para casarse de nuevo. Quizá recordaba los tres matrimonio­s de su padre y si había incrementa­do la enorme fortuna paterna, no pasaba nada con emularle sentimenta­lmente. En 1954, el mismo año de su divorcio, en verano, se casó con la modelo anglo-india Nina Dyer (1930-1965). La extravagan­cia y belleza de la modelo catapultar­on al barón a las primeras páginas de la prensa rosa de la época. No era para menos. Una de las fotos más famosas de Nina era paseando a una pantera y un leopardo amaestrado­s. No había problema en los viajes -ya entonces el barón viajaba en avión privadoper­o privadoper­o los problemas y destrozos de la pareja -del leopardo y de la pantera- en los hoteles donde se hospedaban hizo correr ríos de tinta. Quizá de esa época venga la pasión del barón por comprar casas en medio mundo. era muy excéntrico y caro -me dijo- y un año después nos divorciamo­s». La peor parte se la llevo la modelo que, tras casarse con el Príncipe Sadruddin Aga Khan, se divorció de él y acabó suicidándo­se en 1965. Y por no olvidarnos de la otra ex, cinco años antes Teresa de Lippe se había casado con el príncipe Friedrich Maximilian de Fürstenber­g con el que tendría tres hijos más. «Todo muy principesc­o. Era una emperatriz» me dijo el barón.

«Demasiado espectácul­o»

En uno de mis encuentros le enseñé un libro o unos recortes con parte de sus memorias que incluían una fotografía de Nina Dyer acompañada de sus dos mascotas. El barón se quedó mirándola un rato y me dijo algo que era un resumen de aquella época. «Demasiado espectácul­o». Todo ello acompañado de una apertura de ojos y un gesto que nos hizo reír un rato.

Después de estos dos pinchazos, el barón decidió tomarse un respiro. O un respirín. Dos años después, en 1956, se casaba por tercera vez con otra modelo: Fiona Campbell-Walter (1932). Tuvo dos hijos con ella: Francesca (nacida en 1958) que luego contraería matrimonio con Carlos de Habsburgo-Lorena, Jefe de la Casa Imperial de Austria; y Lorne (1963). El barón ya sumaba tres herederos a su fortuna pero tampoco los hijos impidieron que la pareja se divorciara en 1965. Las andanzas de Fiona continuaro­n y volvió a ser portada del papel couché cuando se publicó su relación con Alexander Onassis, 16 años más joven que ella, y único hijo varón de Aristótele­s Onassis y Athina Livanos. Hans Heinrich fue más discreto. No solía hablar de la madre de Francesca y Lorne. Quizá fue la separación que más sintió. Ya estaba empatado a bodas con su padre.

Dos años después, como venía siendo habitual en sus divorcios, el barón volvió a caer. Y nunca mejor dicho. La cuarta boda, en diciembre de 1967 con Denise Shorto (1942), hija de un banquero brasileño, fue todo un terremoto. Tuvieron un hijo, Alexander (1974), y se divorciaro­n en 1984. Fue un terremoto sentimenta­l y legal. El juicio de divorcio puso al descubiert­o las infidelida­des de ella, pero los reproches fueron mutuos. Los casi 100 miesposas

llones de euros que ella se llevó tras el acuerdo fueron la guinda de uno de los divorcios más importante del siglo pasado. «Fue todo tan duro -y son palabras del propio barón a un servidor- que decidí no casarme nunca más».

Pura palabrería. El 16 de agosto de 1985, se casaba por quinta vez con la actriz española Carmen Cervera, Tita Cervera (nacida en 1943). Había sido Miss

España en 1961 y aunque se habían conocido durante un crucero en 1981, decidieron mantener su relación en secreto hasta el tremendo divorcio de su cuarta esposa y su correspond­iente polémica. Tras la boda, el barón adoptaría al hijo de Carmen, Borja (1980).

Carmen no solo dio estabilida­d a los últimos años de Heini Thyssen, como le llamaba todo el mundo, sino que fue decisiva en el gran proyecto del barón: el traslado a Madrid de su colección. «Aquí -me dijo en Villa Favoritano la ve nadie. La enseño a mis amigos y a todos los visitantes que quieren acercarse. Pero eso no basta. La colección debe ser conocida». Y cuando le dije que Carmen me acababa de enseñar en su dormitorio los planos del palacio de Villahermo­sa con las paredes y los cuadros ya colgados me dijo: «Es que es poco insdiscret­a con esto… ¿O tu crees que no la sido tanto?». Cuando le dije que no me la imaginaba cometiendo errores de ese tipo se sonrió: «Pues entonces no habrá sido tan indiscreta… -y añadió:- Es una gran mujer y me ha hecho feliz en las dos cosas que más quiero: con mi familia y con la colección».

Conoció a Tita Cervera en un crucero en 1981, y decidieron mantener su relación en secreto hasta el divorcio de su cuarta esposa

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 ??  ?? El barón Thyssen, junto a la española Carmen Cervera, su quinta esposa. Abajo, de izquierda a derecha Theresa Lippe, Nina Dyer, Fiona CampbellWa­lter y Denise Shorto, sus otras esposas
El barón Thyssen, junto a la española Carmen Cervera, su quinta esposa. Abajo, de izquierda a derecha Theresa Lippe, Nina Dyer, Fiona CampbellWa­lter y Denise Shorto, sus otras esposas
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 ?? MANUEL ZAMBRANA/CORBIS ?? El barón Thyssen en una imagen tomada en Lugano junto al cuadro «Retrato de una joven dama con rosario» de Rubens
MANUEL ZAMBRANA/CORBIS El barón Thyssen en una imagen tomada en Lugano junto al cuadro «Retrato de una joven dama con rosario» de Rubens

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