La Razón (Madrid)

Tecnología secreta al servicio de 007

Mochilas voladoras, cigarrillo­s bomba, zapatos cuchilla... los «gadgets» que han ido apareciend­o a lo largo de las películas de James Bond han servido de inspiració­n para buena parte de la tecnología que disfrutamo­s hoy en día

- POR PEDRO DEL CORRAL MADRID

Su nombre es Bond. James Bond. Y, aunque no lo aparente, ya es sexagenari­o. Ian Fleming lo creó en 1953, pero no fue hasta nueve años más tarde cuando pudimos verlo por primera vez en la gran pantalla. Sean Connery, Roger Moore, Timothy Dalton, Pierce Brosnan y Daniel Craig son algunos de los actores que, a lo largo del tiempo, han puesto voz y cuerpo al espía más enigmático jamás conocido. No solo por su porte, su discurso y elegancia, también por todos esos aparatejos que han hecho de sus misiones auténticos desafíos tecnológic­os. Es cierto que, a día de hoy, estamos más que acostumbra­dos a manejar artilugios variopinto­s, pero igualmente muchos de ellos no tienen nada que ver con los que se exhiben en estos largometra­jes. Por ejemplo, el smartphone que usamos de manera habitual acoge múltiples funciones, pero dista mucho de las gafas de rayos X, las cámaras láser y las pelusas radiactiva­s que han salvado al agente 007 y compañía en diversas ocasiones.

Su nueva entrega se llama «Sin tiempo para morir» y está prevista para octubre de este año. La apuesta de Eon Production­s contará cómo Bond, que ya ha abandonado el servicio activo y disfruta de una vida tranquila en Jamaica, es reclamado por un antiguo compañero de la CIA para rescatar a un científico secuestrad­o. Claro está, no todo será sencillo: para conseguirl­o, debe enfrentars­e a un misterioso villano armado con la tecnología de vanguardia más poderosa del planeta. De nuevo, los cacharrito­s.

Si tuviéramos que comparar los que aparecerán en este título con los primeros, encontrarí­amos una diferencia enorme. Aunque, quizá, no nos resultaría­n tan descabella­dos como por aquel entonces. Básicament­e, porque, entre los años 60 y 90, el mundo no estaba tan pendiente de los últimos juguetes tech y, además, porque todos estos avances futuristas solo estaban al servicio de minorías muy selectas. selectas. Entre ellos, por supuesto, los espías. Móviles con los que se puede conducir coches, pantallas holográfic­as o escáneres de huellas. Del famoso laboratori­o de Q, el personaje encargado de la división de investigac­ión del Servicio Secreto británico, han salido anillos electromag­néticos, zapatos con cuchilla, misiles en forma de cigarrillo­s y toda clase de cachivache­s destinados a poner las cosas un poco más fáciles al protagonis­ta. Uno de los más recordados es el reloj de pulsera magnético que vimos en «Vive y deja morir» (1995). Se trata de un Rolex con mini sierra y súper imán que utiliza tanto para cortar cuerda como para desabrocha­r el vestido de Madeline Smith al final de su aventura. Sin embargo, no es el único que gasta a lo largo de la saga. En «La espía que me amó» (1977) viste uno capaz de recibir mensajes un poco inusuales. Aquí los textos no llegaban a la pantalla al más puro estilo WhatsApp, sino que se imprimían en finas láminas a modo de telegrama. Algo que sí pudimos observar, más tarde, en «Octopussy» (1983).

Armas emblemátic­as

Sin duda, las armas constituye­n uno de los fuertes más emblemátic­os de Bond. No tanto por lo mortíferas que eran, sino más bien por las formas que adoptaban. Icónico es, en ese sentido, el bastón de esquí que porta en «La espía que me amó» (1977). Se trata de una pistola insertada en este elemento deportivo que ha dado grandes victorias al personaje y una de las mejores secuencias de apertura de todas sus películas. Otra muy caracterís­tica es la empleada en «Moonraker» (1979), escondida bajo la camisa y situada en torno a la muñeca. O, también, la mítica Walther PPK/S de «Skyfall» (2011), tan propia de su estilo como el Aston Martin o el Martini agitado, no revuelto. De

hecho, en esta cinta hace una referencia a todas estas creaciones que han ido surgiendo a lo largo de las entregas y que, muchas veces, han generado más risillas que estupefacc­ión: «¿Qué esperabas? ¿Un bolígrafo explosivo? Ya pasamos de esos chismes». Aunque la verdad es que la gracia de sus pericias pasa, precisamen­te, por todos ellos.

Desde el punto de vista de las máquinas, siempre han llamado la atención los vehículos pensados para estas secuencias. Ese es el caso, por un lado, del avión Acrostar BD-5J de «Octopussy» (1983). En superficie, parece un remolque de caballos de aspecto normal que, tras pulsar un botón, levanta su parte trasera y deja salir las alas. Y en «Solo para sus ojos» (1981) destaca el submarino Lotus Esprit S1. Sí, es un coche que cambia las ruedas por aletas y puede navegar bajo el agua. No obstante, para despistar a los malos, lo mejor es el auto inviable de «Muere otro día» (2002). A pesar de que todo ello suene a ciencia ficción, la tecnología manejada por el famoso agente ya se ha desarrolla­do en bastantes casos. Muchos de estos inventos eran produccion­es propias que han acabado por convertirs­e en reales.

En «Goldfinger» (1964), Sean Connery sabe con exactitud dónde se encuentra su enemigo gracias a un localizado­r que transmite la posición a su coche. En pleno 2021, esta es una escena de lo más corriente gracias a los sistemas GPS que incorporan todos los vehículos. En «Thunderbal­l» (1965), también Connery huye de los villanos pilotando un Jet Pack, una mochila voladora a propulsión con despegue vertical incluido. Aunque parezca mentira, en 2008, la empresa neozelande­sa Martin Aircraft Company efectuó la primera demostraci­ón pública al aire libre de su recién patentado Martin Jetpack. Si bien era capaz de elevar a cualquier individuo cielo arriba, necesitaba dos años más para disponer de una autonomía de vuelo de más de cinco minutos. En definitiva, una gran cantidad de avances que, en el peor de los casos, quedarán almacenado­s en el anillo inteligent­e que sale a luz en «Spectre» (2015). El mismo que Bond usó para almacenar detalles de una organizaci­ón malvada y que, hoy en día, cuenta con algún que otro adelanto comercial.

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 ??  ?? BASTÓN DE ESQUÍ «LA ESPÍA QUE ME AMÓ»
BASTÓN DE ESQUÍ «LA ESPÍA QUE ME AMÓ»
 ??  ?? RELOJ DE PULSERA MAGNÉTICO «VIVE Y DEJA MORIR»
RELOJ DE PULSERA MAGNÉTICO «VIVE Y DEJA MORIR»
 ??  ?? PELUSA RADIACTIVA «007 AL SERVICIO SECRETO DE SU MAJESTAD»
PELUSA RADIACTIVA «007 AL SERVICIO SECRETO DE SU MAJESTAD»
 ??  ?? ASTON MARTIN DB5 «GOLDFINGER»
ASTON MARTIN DB5 «GOLDFINGER»
 ??  ?? ESCÁNER DE HUELLAS DIGITALES «LOS DIAMANTES SON PARA SIEMPRE»
ESCÁNER DE HUELLAS DIGITALES «LOS DIAMANTES SON PARA SIEMPRE»
 ??  ?? UN DESFIBRILA­DOR ELEGANTE «CASINO ROYALE»
UN DESFIBRILA­DOR ELEGANTE «CASINO ROYALE»
 ??  ?? ZAPATOS DE CUCHILLA OCULTOS «DESDE RUSIA CON AMOR»
ZAPATOS DE CUCHILLA OCULTOS «DESDE RUSIA CON AMOR»
 ??  ?? UNA CÁMARA DE RAYO LÁSER «LICENCIA PARA MATAR»
UNA CÁMARA DE RAYO LÁSER «LICENCIA PARA MATAR»
 ??  ?? UN JETPACK «OPERACIÓN TRUENO»
UN JETPACK «OPERACIÓN TRUENO»
 ??  ?? UN CIGARRILLO PELIGROSO «SOLO SE VIVE DOS VECES»
UN CIGARRILLO PELIGROSO «SOLO SE VIVE DOS VECES»

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