EL FUTURO DE ECUADOR CON PARADA EN ESPAÑA
LosLos ecuatorianos acudieron ayer de nuevo a las urnas para participar en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en la que concurrieron el izquierdista Andrés Arauz (heredero del expresidente Rafael Correa) y el conservador Guillermo Lasso. En nuestro país, y aunque el voto exterior apenas representa el tres por ciento del censo electoral total, unos comipor cios en el país iberoamericano resultan siempre especiales por cuanto esa comunidad en España representa el 43 por ciento de los ecuatorianos con derecho al voto en el extranjero. Esos 179.000 potenciales electores se concentran principalmente en Madrid, Barcelona y Murcia. Como era de esperar, la jornada se desarrolló con absoluta normalidad en los 19 puntos en los que se pudo ejercer ese derecho fundamental en la geografía nacional (en la imagen, uno de ellos en la Fira de Barcelona). El presente de Ecuador está condicionado la aguda crisis sanitaria y económica provocada por el coronavirus, con los contagios en alza, y, sobre todo, por la alargada sombra de Rafael Correa, exiliado en Bélgica y condenado en ausencia a ocho años por corrupción, pero abrumadoramente presente en el día a día de la nación, y parece que también en el futuro que pueda estar ligado a Andrés Arauz, que fuera uno de sus ministros. Para una parte de la sociedad ecuatoriana, el candidato ausente y, por tanto, su acólito representan aquellos tiempos mejores en los albores del mandato de Correa. De cómo evolucionó después la tormentosa presidencia populista parece que el tiempo y la pandemia han nublado su memoria.