EE UU estrecha su alianza con Taiwán ante la creciente hostilidad de China
Pekín inicia maniobras militares con fuego real ante la costa suroeste de la isla
La alianza de EE UU y Taiwán frente a China parece cada vez más sólida. Al menos eso es lo que ambos se empeñan en transmitir cada vez que tienen oportunidad. Ayer, la presidenta de la isla, Tsai Ing Wen, se reunió con los miembros de una delegación no oficial de ex funcionarios norteamericanos para mostrar ante Pekín que independientemente de quién gobierne en la Casa Blanca, la unión es inquebrantable.
«Compartimos lazos económicos profundos y el compromiso con los valores democráticos, además de una alianza de seguridad de importancia crítica», afirmó el ex senador estadounidense Chris
Dodd. El demócrata, al que acompañaron los ex subsecretarios de Estado James Steinberg, de la Administración demócrata de Obama, y Richard Armitage, que sirvió bajo el republicano George W. Bush, le dijo a Tsai que habían sido enviados para reafirmar el compromiso de EE UU con la isla democrática y promover la cooperación.
«Estoy seguro de que esta Administración la ayudará a expandir su espacio internacional y respaldará su inversión en defensa propia», aseguró Odd a Tsai. «Encontrará que la Administración Biden es un amigo confiable y de confianza», agregó sin necesidad de mencionar a Pekín. Sus declaraciones hacían referencia a la presión diplomática, económica y militar que China ejerce sobre esta isla que considera parte inalienable de su territorio y que se ha agravado en las últimas semanas.
El gigante asiático lleva tiempo tiempo incrementando sus incursiones enviando con frecuencia buques y aviones militares para realizar maniobras en las aguas y el espacio aéreo que rodea a Taiwán. Unas acciones que, en opinión de Tsai, «alteran el ‘statu quo’ en el Indo Pacífico y amenazan la paz y la estabilidad de la región». La última y más grande tuvo lugar este mismo lunes, cuando China envió 25 aviones de combate a la zona de identificación de defensa aérea de la isla (ADIZ).
La convicción de que una cada vez más asertiva China trata de ganar poder en la región intimidando a sus vecinos es compartida por Washington y Taipéi. Es esa idea a la que precisamente se aferran los americanos cuando navegan con sus buques por dicha zona, lo que añade más tensión a la relación entre EE UU y China.
Ayer, en otro controvertido gesto, las fuerzas armadas chinas comenzaron cinco días de simulacros con fuego real frente a la costa suroeste de Taiwán. El ministro de Defensa de Taiwán, Chiu Kuo Cheng, dijo al respecto que no había necesidad de preocuparse aunque añadió que prestarían mucha atención a dichos ejercicios.
El gigante asiático ya ha mostrado en numerosas ocasiones que su intención es que la isla vuelva bajo su soberanía tras mantenerla aislada durante años del escenario mundial.