Saiz Meneses, un arzobispo «cofrade» para Sevilla
El Papa elige al hasta ahora obispo de la diócesis barcelonesa de Tarrasa para que tome el relevo de Juan José Asenjo
José Ángel Saiz Meneses es desde ayer a las doce del mediodía el nuevo arzobispo de Sevilla. El hasta ahora obispo de la diócesis barcelonesa de Tarrasa hace las maletas para mudarse a la Plaza de la Virgen de los Reyes. El Papa ha elegido a este conquense de Sisante para suceder a Juan José Asenjo, que se jubila al cumplir los 75 años después de algo más de una década al servicio de la capital hispalense.
Se pone así fin a un largo periodo de incertidumbre en Sevilla. Y es que desde hace tiempo Asenjo venía solicitando su relevo por motivos de enfermedad. Hace cuatro meses, su delicada situación le llevó a escribir una carta a todos los fieles sevillanos para reclamar al Vaticano que acelerara su relevo al agravarse su estado de salud. Un grito público de dolor que ahora encuentra respuestas en la persona de Saiz Meneses, con 64 años y, al menos, diez años por delante al servicio de los católicos andaluces.
A Sevilla llega un hombre cercano, de buen humor, fácil en el trato e integrador. No en vano, Asenjo le presentó ayer como un hombre de consenso y paz, el obispo «de los altos y de los bajos, de los vacunados y de los no vacunados». En su primer mensaje a los fieles sevillanos, Saiz Meneses se comprometió con ellos «a remar mar adentro en medio de unas aguas no siempre fáciles y, en ocasiones, turbulentas, como las que ahora nos están azotando con la pandemia y la crisis sanitaria, económica y social que ha provocado». El nuevo pastor sevillano ve el coronavirus como «un reto al que tenemos que dar respuesta desde la fe, la esperanza y la caridad». En rueda de prensa desde Terrasa, apuntó que asume la nueva responsabilidad como «una tarea apasionante» tomando como prioridades el primera anuncio, la catequesis, la formación, la acción caritativa y social. Y todo, desde las premisas marcadas por Francisco: ser una Iglesia en salida desde la colegialidad y la sinodalidad.
Como sacerdote antes de recibir la mitra, Saiz Meneses se movió en distintos ámbitos de la pastoral: capellán hospitalario en Valladolid, profesor de religión en Toledo, responsable de la pastoral universitaria en Barcelona, consiliario de Cursillos de Cristiandad… Se formó, primero en el Seminario Menor Nuestra Señora de Montealegre de Barcelona, y, luego, en el Seminario Mayor de Toledo, donde cursó filosofía, espiritualidad y teología. Entretanto, estudió psicología en la Universidad de Barcelona.
Piedad popular
Como prelado, se ha sentido especialmente identificado con la piedad popular, un sentir que ahora se convierte en un plus para su aterrizaje sevillano. Sin temor a equivocarse, se puede hablar de Saiz Meneses como un obispo «cofrade», en tanto que ha sido impulsor de no pocas iniciativas en este ámbito en la diócesis catalana. De hecho, en 2013 fue el anfitrión del primer encuentro nacional de jóvenes de hermandades y cofradías, que sirvió como impulso para entretejer un movimiento asociativo y participativo de las nuevas generaciones cofrades de toda España. En estos últimos años se ha dejado caer en más de una ocasión por la diócesis de San Isidoro como predicador de varias hermandades. ¿Su última visita pública? En el 2019, para participar tanto en el aniversario de la coronación canónica de la Macarena, así como en el viacrucis extraordinario del Señor de la Sentencia.
El ministerio episcopal de Saiz Meneses arrancó en 2001. En ese momento fue nombrado obispo auxiliar de Barcelona por Juan Pablo II para apoyar al cardenal Ricard Maria Carles. En 2004 se confió en él para que pusiera en marcha la diócesis de Tarrasa, de nueva creación. Así, a catorce kilómetros de la ciudad condal, han transcurrido para él los últimos 17 años. En sus palabras de despedida para Tarrasa, Saiz Meneses confía en haber puesto las bases para «convertirse en una Iglesia que sale al encuentro de cada persona».