«La COVID ha reafirmado nuestra apuesta por el turismo responsable»
SABINA Y GLORIA FLUXÁ,
vicepresidentas de Iberostar, están totalmente inmersas en el día a día asumiendo el relevo de su padre en la compañía, de la que ellas representan la cuarta generación
Cuando Miguel Fluxá (Inca, 1938), presidente de Iberostar, estaba esperando el nacimiento de su primer hijo, pensaba que sería un niño el que se hiciera cargo de la empresa familiar cuando él se retirara. A los pocos meses, en abril de 1980, nacía Sabina, su primogénita y, un año más tarde, su segunda hija, Gloria. Dos mujeres que, desde su infancia, tuvieron claro que tenían una responsabilidad con el negocio familiar, las personas que lo forman, sus familias, los destinos en los que opera y los entornos que los acogen.
Aunque Don Miguel –como le llaman en la empresa– continúa siendo el presidente de la compañía (y no piensa retirarse por el momento, ya que trabajar le mantiene activo, tal y como confiesa), son sus hijas las que codirigen –Sabina como vicepresidenta y CEO y Gloria como vicepresidenta y Chief Sustainability Officer (CSO)– un grupo hotelero que cuenta con más de cien establecimientos repartidos por 16 países, que tiene 34.500 empleados y más de ocho millones de clientes al año. Y lo hacen, según las palabras de su padre, «mucho mejor que yo».
Discretísimas, al igual que su progenitor, su presencia en los medios es prácticamente inexistente. Solo en contadísimos eventos sociales se han podido ver imágenes de la familia.
Las hermanas Fluxá representan la cuarta generación de un negocio familiar centenario, al que se incorporaron en 2005, creciendo profesionalmente y trabajando, paso a paso, con su esfuerzo personal hasta llegar a la cúpula de la compañía, siempre escudadas por su padre, del que han recibido y reciben valiosísimos consejos.
Amor por la naturaleza
De su progenitor, aseguran, han aprendido el sentido del negocio y una infatigable capacidad de trabajo, pero también su madre, Sabine Thienemann, les ha inculcado importantes valores que han sido decisivos en sus vidas y que han definido su filosofía empresarial. Sabina y Gloria Fluxá afirman que han sido educadas en una libertad responsable, llena de sensibilidad por todo lo que las rodea, transmitiéndoles, especialmente su madre, un profundo amor por la naturaleza. Y es que su árbol