MAÑANA DE DOMINGO EN LAVAPIÉS
Un futuro luminoso nos aguarda, según Pablo Iglesias, pese a tanto como nos odian
ParecieraPareciera que no venía por aquí desde hacía tiempo. Ahora que la vida le ha llevado tan lejos, a Galapagar. Y pese a todo, se le veía cómodo. No cabe duda. Es un lugar acogedor, donde hay muchos que le quieren. Y hacía sol.
Pero bueno, que nadie se equivoque. Él es un profesional de esto del agitprop, de la agitación y la propaganda, y se debe a su público. Pablo Iglesias, en plena campaña electoral, tras el taconeo voluntario con el que salió de Moncloa, es esclavo de su cla. Y no defraudó. Nunca lo hace.
Primero lamentos, el mundo nos maltrata, ellos no nos quieren. Y luego un futuro espléndido nos aguarda. Pero vayamos por partes. El candidato de Unidas Podemos a la presidencia de la Comunidad de Madrid subrayó, de forma sosegada, como quien sabe encajar los golpes, el odio que, según él, desprende la derecha. «Luce el sol en Lavapiés, pero nos odian», afirmó. Un poco como aquellos ejercicios de inglés para practicar frases subordinadas: «Era de noche sin embargo llovía». Pues eso, «nos odian, la derecha y la ultraderecha odian este barrio por eso lo intentan machacar. El día 4, a su odio, a sus insultos, a su arrogancia, a su ruido hay que darle la respuesta que se merecen, que no se quede nadie en casa el día 4». Y por si a los presentes no les quedó claro, especificó: «Estas fuerzas políticas odian a candidatos como Serigne Mbaye (el mantero sumado a sus filas), y odian la sanidad y la educación públicas...». Y repitió aquello de «recuperar las instituciones para la gente»... aunque él salió rápido de una institución tan principal como la vicepresidencia segunda del Gobierno. Quizá crea que se puede hacer más desde una comunidad autónoma que desde el Ejecutivo del Estado. En ese caso, allí, en Lavapiés, nadie levantó la mano para sacarle de su confusión.
Y recado político –otra vez– a Ángel Gabilondo: «No entraremos a un futurible Gobierno en Madrid para hacer lo mismo que el PP. No se les puede ganar si les pedimos perdón, si tenemos complejos. Subiremos impuestos y no haremos la misma política de Ayuso». Y para acabar, el bombazo. Bueno, para muchos un petardo: «Justicia social, comida y vivienda». Aunque esto ya lo había dicho cuando firmó aquellos papeles con Sánchez.