DOS SEMANAS DE REFLEXIÓN POR DELANTE
LosLos carteles electorales ya forman parte del mobiliario urbano de la capital. Incluso en época de pandemia. No han pasado dos años desde que «enganchamos» cuatro comicios consecutivos: las municipales, autonómicas y europeas de mayo de 2019, a las que hay que añadir las generales que se celebraron en noviembre de aquel mismo mismo año. Quizá, la nueva normalidad supone también eso: acostumbrarnos a vivir en una permanente campaña electoral, fruto de la inestabilidad y la polaridad, cuando no la biporalidad de unos y de otros. Carteles como el que ilustran estas líneas nacen directamente arrancados, sin tiempo para intentar convencer a ese votante indeciso que, elección tras elección, parece siempre bendecido con el poder de desnivelar la balanza. O al menos eso dicen los que saben.
Ayer fue un lunes de campaña electoral. Visto con perspectiva, no se diferenciará de los martes, miércoles, jueves o viernes que están por venir. Pero sí es cierto que comenzaron los primeros ataques y las primeras promesas. Las estrategias siempre están condicionadas por las encuestas, y no al revés, que es como debería ser por el orden natural de las cosas. Entre ellas, la de NC Report para LA RAZÓN, que dibuja un escenario cada vez más nítido: Ayuso va ganando adeptos y todos los demás se estancan, lo que no deja ser un peligro para la candidata «popular». Cada uno de los «presidenciables» juega con sus cartas, pero sin dejar de mirar de reojo las de aquellos que tienen más próximos, más por afinidad que por cercanía.
Quedan dos semanasdereflexión por delante. Catorce
días para informarse o «sobreinformarse», lo cual puede ser tan perjudicial como prescindir de los medios de comunicación. En todo caso, si no les convence ninguna de las caras que hoy inundan las calles de Madrid, no desesperen. Quizá no tarden en tener su reemplazo. La de 2021 será una legislatura corta. Según el Estatuto de Autonomía, al ser unos comicios anticipados, deberá terminar cuando estaba previsto que finalizara la original. Dicho de otro modo, en 2023 volveremos a elegir Gobierno regional. Con las mismas caras o con otras.
La nueva normalidad no excluye el hecho de pasar por las urnas más de lo que nos corresponde