Puigdemont aleja el pacto antes de la cita de ERC y JxCat en prisión
Ambas formaciones se reúnen hoy para desencallar la estructura de Govern
El plazo para un acuerdo entre Esquerra y JxCat va estrechándose (hay hasta el 26 de mayo) y, de momento, se atisban pocas señales de entendimiento. De hecho, a la vista de lo ocurrido en las últimas 48 horas, los avances registrados durante la semana pasada se pueden diluir ya que los choques públicos vuelven a resonar con fuerza. Los posconvergentes se han mostrado muy críticos con el órdago lanzado por los republicanos, que han tratado de imponer prisas y han advertido de que si no hay pacto antes del 1 de mayo, explorarán la posibilidad de un gobierno en minoría sin JxCat.
Lo cierto es que las negociaciones parecían empezar a encarrilarse, pero Esquerra, en su afán por acelerarlas, ha metido más presión de la conveniente a JxCat y los posconvergentes se han revuelto. El partido de Carles Puigdemont acusó ayer a ERC de mantener un «doble discurso» porque consideran que Pere Aragonès no dice lo mismo en público que en privado. «En la entrevista se habla de ultimátum del 1 de mayo, pero en privado no se ha nos trasladado esto», reprochó la portavoz de JxCat, Elsa Artadi, en referencia a la entrevista del diario «Ara» de este domingo a Aragonès. El portavoz de Esquerra, Sergi Sabrià, matizó ligeramente este ultimátum y aseguró que si antes del sábado no hay acuerdo, la intención es seguir priorizando y negociando un gobierno de coalición.
En este sentido, hoy hay una cita importante entre Esquerra y JxCat: se reúnen en el centro penitenciario de Lledoners para que el secretario general y hombre fuerte de los posconvergentes, Jordi Sànchez, pueda estar presente. También intervendrá Aragonès y todavía es una duda si participará Oriol Junqueras.
No obstante, y pese a que de puertas afuera pueda parecer un encuentro de alto contenido simbólico, se han rebajado las expectativas desde JxCat. De hecho, en el orden del día tan solo figura un punto: la estructura del Govern. Es decir, la reunión tiene previsto tratar el reparto de las conselleries, que se distribuirán a medias –habrá el mismo número que la legislatura pasada aunque se incorporarán tres nuevas (Acción Climática, Feminismos y Universidad e Investigación)–. Más allá de que pueda allanar o no el camino hacia el acuerdo, el intercambio de reproches por cómo transcurren las negociaciones se ha ido multiplicando.
Así, los republicanos han tratado de señalar desde el inicio a JxCat por ralentizar voluntariamente las negociaciones poniendo trabas. Por su parte, JxCat critica que, por ejemplo, entre las diversas carpetas que hay todavía por cerrar, en una de ellas, como la de estructura de Govern, el retraso es responsabilidad de ERC. El partido de Puigdemont acusa a los republicanos de tardar más de diez días en hacer una propuesta sobre cómo debería ser el próximo Govern ya que,
Las negociaciones siguen estancadas y Esquerra mete prisa lanzando un ultimátum: quiere un pacto antes del sábado
según explican, se reunieron el pasado 16 de abril y, desde entonces, estaban esperando. Además, durante la semana pasada ambas formaciones avanzaron en cuestiones de ámbito social y está previsto que esta semana se continúe con cuestiones institucionales y económicos.
En cualquier caso, todo sigue muy abierto porque mientras ERC amaga ahora con el escenario de un gobierno en minoría –que podría explorar la mayoría de izquierdas con PSC y Podemos durante la legislatura–, en JxCat vuelven a dar fuerza a la posibilidad de investir a Aragonès y marcharse a la oposición. «Si hay buen acuerdo, estaremos en el Govern. Si no, no estaremos», afirmó ayer Artadi.
Las formaciones tienen margen hasta el 26 de mayo y los negociadores estiman que no habrá investidura hasta mediados de mayo. Por medio, están las elecciones de la Comunidad de Madrid (4 de mayo) y, sobre todo, el Congreso extraordinario de JxCat, que está previsto para el 7 y 8 de mayo.